Ferrol, ciudad natal de Echevarría, ignora el reconocimiento al héroe del monopatín

Ya han transcurrido varios días desde el asesinato del héroe gallego Ignacio Echevarría en Londres. Un español de 39 años que se enfrentó con su monopatín a uno de los atacantes que estaba apuñalando a una mujer en la calle. Atrás quedan miles de páginas dedicadas al españolito anónimo que se ha convertido en una referencia internacional. Entre otras informaciones están las que dejaban constancia de su ciudad de nacimiento, Ferrol, en la provincia de A Coruña.

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, le concedía la Medalla al Mérito Civil; Alberto Núñez Feijóo, presidente de la Xunta, elogiaba su actuación; hubo también homenajes y reconocimientos en su lugar de veraneo, el pueblo de vecindad de sus padres, y en As Pontes (A Coruña), donde pasó su infancia… El artista coruñés Fernando Pereira, gurú de la movida gallega, le dedicaba un espléndido dibujo... Sin embargo, en su ciudad natal, Ferrol, la corporación municipal –gobernada por una coalición de izquierdas y nacionalistas– permanecía pasiva para sorpresa e indignación de gran parte de sus vecinos. Ni crespón en la bandera a media asta, ni días de luto, ni concentración… Hasta hoy, apenas 6 líneas escuetas de condolencia en la página web.

La jefe de Prensa del Concello de Ferrol confirmaba la mañana de este viernes a MUNDIARIO que se reunirá la Junta de Portavoces y ya decidirá si se le dedica un espacio… "No hay prevista otra medida”, puntualizaba. Con respecto a las razones de no hacerlo, argumentaba dos: “No queremos quitar protagonismo a As Pontes” y “Este chico no tenía vinculación con la ciudad”. El concejal Basterrechea ha manifestado que "no es momento de politizar", pero no ha explicado los motivos.

A lo largo del día no solo no se había convocado a la Junta de Portavoces, sino que se mandó un escrito informando a dicha junta de que "en As Pontes estaba convocada una concentración por si querían asistir”. Pero es un curioso argumento en una ciudad donde sus paisanos más reivindicados son Concepción Arenal, Pablo Iglesias –fundador del PSOE–, el pintor Sotomayor o Canalejas, que también nacieron “por casualidad” en Ferrol –es decir, debido al trabajo de sus padres– y cuya vinculación vital con la ciudad fue nula o muy escasa. De hecho, se fueron de Ferrol en su más tierna infancia… años que por lo visto deben ser cruciales en la forja de la “ferrolanía” porque todos ellos tienen calles, premios, nombres de centros públicos, estatuas y demás, y sin embargo, es una condición que niegan al héroe gallego en Londres, aunque su DNI llevara de por vida el nombre de Ferrol.

Sorprende también teniendo un claro antecedente en el caso de José Couso, el cámara de Tele5 víctima de un ataque americano en la Guerra de Irak. El entonces alcalde de la ciudad y más tarde senador Juan Juncal  (PP) tomó todo tipo de medidas extraordinarias, que incluían la suspensión de todo tipo de actos, y a día de hoy, junto a un monumento dedicado, se le hace un homenaje anual.

¿Un héroe políticamente incorrecto?

¿Hay cuestiones que podrían estar gravitando en esta dejación? A  Ignacio Echevarría le asesinaron islamistas. ¿Cualquier rechazo a la violencia islamista podría provocar “islamofobia”? Era un chico profundamente católico que dio un ejemplo de fe y de entrega. ¿Los sentimientos cristianos parecen no provocar demasiada empatía con la corriente ideológica del gobierno municipal?

Sea como sea, el comportamiento ejemplar de  Ignacio Echevarría está provocando en toda España un gran sentimiento de “orgullo español” por encima de las ideologías partidarias. Un sentimiento que, hasta la fecha, no podía exhibirse con normalidad, salvo en el fútbol, está resucitando. Se están convirtiendo en santo y seña de españolidad y patria, símbolos como los cuadros de Ferrer-Dalmau, las victorias de Nadal, las juras de banderas civiles… Muy significativo que el último Día de las Fuerzas Armadas fuera el más visto de la última década. ¿Es esto incómodo en un gobierno con un gran peso del nacionalismo y el izquierdismo?

Ahí están las emocionantes viñetas que los ilustradores han dedicado al héroe del monopatín agradeciendo su proeza recibiéndole en el cielo ángeles y héroes como Blas de Lezo o Don Pelayo, o llamándole Grande de España... ¿Les huele a naftalina la reivindicación del pasado español? Parece tristísimo pensar que dado el maltrato de las autoridades británicas a la familia, se sospechara que hubiese sido víctima de la policía británica. ¿En ese caso, y es mera especulación, el Concello tal vez sí le habría dado sus reconocimientos?.

Héroe es el que realiza hazañas extraordinarias

Ignacio Echevarría, pese a su aparente sencillez, llevaba la heroicidad en la sangre. Su tío, el misionero Antonio Hornedo, se destacó en la protección de los indios.

Estudió en un instituto público y era el mediano de cinco hermanos, un enamorado del deporte y la informática, sobre todo la edición de vídeos, principalmente de patinaje, su principal pasión. Desde niño se manifestó en defensa de los débiles. Tampoco era la primera vez que, sin temer por su vida, acudía a salvar a una persona. En plena galerna se lanzó al mar para rescatar a su hermano… También sus más cercanos recuerdan su intervención en defensa de una chica agredida.

Muy educado y abierto, Ignacio Echevarría “era el tío favorito de todos sus sobrinos”, ayudaba a los marginados y era muy compasivo y caritativo. "No le gustaba nada alardear de su religiosidad, porque el skate no era el ambiente, pero tenía unas firmes convicciones religiosas y un sentido de la justicia exacerbado”, comenta un allegado.

Extraordinariamente preparado, dos carreras y cuatro idiomas, con 38 años y su inseparable monopatín, Ignacio Echevarría emigró a la capital británica en busca de una oportunidad de mejora laboral. Allí ha pasado de ser un españolito anónimo a convertirse en una referencia internacional. Cuando todo el mundo reaccionaba huyendo, él actuó instintivamente en defensa de la integridad de otros y demostró el mayor valor que puede exhibir una persona: sacrificar su propia vida por los demás.

Un acto de generosidad sin parangón en el que el relato de los hechos dibuja a un auténtico héroe.  Pudiendo hacerlo, ya que tenía una gran forma física y vehículo y contra las instrucciones policiales vigentes (huye, escóndete y llama),  Ignacio Echevarría decidió no huir del atentado  y corrió  a socorrer. Con la única arma que tenía –curiosamente una de las características míticas del héroe es tener un arma identitaria– golpeó a los terroristas con su monopatín. A los tres a la vez.

Uno de sus amigos explica que fue "un minuto de oro" que dio tiempo a que al menos cuarenta personas pudieran encontrar refugio. Eso no quiere decir que salvara cuarenta vidas, pero les dio la oportunidad de salir del peligro y  con toda probabilidad a un número considerable, hoy poder contarlo.

Ignacio Echevarría poseía los rasgos éticos y morales de un héroe: ideales, valor y coraje

Las sociedades civilizadas honran como se merecen comportamientos en el que la solidaridad y el altruismo se muestran de esa manera tan definitoria. Y es que para una gran parte de la ciudadanía, España, Galicia y Ferrol están en deuda con Ignacio Echeverría porque personas valientes y generosas como él deben considerarse referentes y todas las patrias o patrias chicas deben estar orgullosas de haber formado parte de su vida  Aunque fuera  la ciudad en que solo abrió los ojos y vio la luz. La corporación de Ferrol aún está a tiempo de honrarle, más vale tarde que nunca

Hace apenas un mes los artículos culturales más vistos de la red se centraban en la figura del ferrolano Alonso Pita da Veiga, héroe de la Batalla de Pavía pintado por Ferrer Dalmau. Nadie se imaginaba que en breve, el último héroe ferrolano estaba por llegar. Ignacio Echevarría, el héroe del monopatín.  

Y es que cuando Ignacio Echeverría, víctima de la sinrazón islamista, sacrificaba su vida para que otros vivieran, junto al puente de Londres estaba naciendo un nuevo héroe. Un ser ejemplar del que muchos ferrolanos sí se enorgullecen y reconocen como uno de los suyos: “El héroe del monopatín”, nacido en el corazón de la Ría de Ferrol.