Fernández cumple un mes de gobierno en Argentina con la economía en pausa
Alberto Fernández ha cumplido su primer mes de gobierno en Argentina. Y con un escenario muy complejo e incierto: con la economía en recesión por segundo año consecutivo, la inflación y la pobreza en alza y una deuda externa impagable. A pesar de todo ello, el presidente argentino ha logrado dar un giro de timón que le ha permitido tener el respaldo del mercado y los inversores.
Fernández ha logrado cerrar acuerdos con múltiples sectores por 180 días, una frágil pax económica con un ajuste fiscal que ha sido aplaudido por el Fondo Monetario Internacional y por el sector financiero, y que supone un alivio a corto plazo para los bolsillos más vacíos. En esa labor, el inquilino de la Casa Rosada se ha alejado del Grupo de Lima y brindó refugio al expresidente boliviano Evo Morales.
El presidente argentino tuvo que nombrar, para arrancar con la recuperación económica, a Martín Guzmán, quien trabaja en la renegociación del pago de vencimientos de la deuda externa, entre los que destacan los correspondientes a los 45.000 millones de dólares desembolsados por el FMI durante la gestión de Mauricio Macri.
Las medidas de contención de gasto han ido unidas a subidas de impuestos y restricciones a la compra de divisas para cuidar las reservas. El Ejecutivo aumentó hasta un 27%, en el caso de la soja, el tributo a las exportaciones agropecuarias, la principal fuente de ingresos en dólares de Argentina, analiza El País.
Como sea, la moneda oficial permanece estable frente al dólar, que se cambia a 63 pesos la unidad, pero los argentinos que quieren ahorrar en divisa extranjera o comprarlas para salir del país deben pagar un recargo del 30%. Los billetes de avión y los gastos con tarjeta de crédito en el exterior sufren el mismo gravamen, una medida que castiga a quienes tenían planeado viajar al extranjero este verano austral.
El Gobierno de Fernández distribuirá cerca de dos millones de tarjetas alimentarias que permiten comprar alimentos específicos a los hogares más pobres del país. El resto de la población argentina debe afrontar un alza de cerca del 8% de la canasta básica tras vencer la exención del IVA aprobada el pasado agosto. Además, la poca influencia de la vicepresidenta Cristina Fernández también ha tranquilizado a los inversores. @mundiario