El PSOE se ha abandonado a sí mismo y navega a la deriva, sin ideología

Evento del PSOE. / RSS
Evento del PSOE.

El partido socialista se debate entre la socialdemocracia y el neoliberalismo de sus líderes, mientras otros tantos temen que el desgobierno les termine convirtiendo en un gemelo de Podemos.

El PSOE se ha abandonado a sí mismo y navega a la deriva, sin ideología

La división interna no es el principal de los problemas que afronta el PSOE. La gran amenaza, el desgarro que se cierne sobre este partido, es su actual esquizofrenia ideológica. Esquizofrenia a la que se ha llegado porque una parte de sus cuadros dirigentes llevan tiempo instalados en rutinas de poder propias de una socialdemocracia meramente declarativa pero con prácticas políticas de tinte neoliberal mientras que buena parte de la militancia se ha "podemizado" por decirlo con palabras de Javier Fernández, presidente de la gestora nombrada para capear el vacío de liderazgo dejado por la dimisión de Pedro Sánchez. Esa esquizofrenia arroja luz acerca del escrache que sufrieron los dirigentes del comité federal que concluyó con la defenestración del secretario general. Los parlamentarios se enfrentan a la disyuntiva de evitar unas terceras elecciones -en las que todas las encuestas apuntan que el PSOE sería rebasado por Podemos- y eso emplaza al Grupo Parlamentario a decidir ya, antes del 15 de Octubre, si en una hipotética segunda investidura de Mariano Rajoy votarían "no", como defendía Sánchez, o sí optarían por la abstención que facilitaría la continuidad del inquilino de La Moncloa, está generando nuevas tensiones. A sabiendas de que se echan encima al grueso de la militancia, una parte de los diputados afines al llamado sector crítico parece inclinarse hacia la abstención. Son las "bases" a las que reiteradamente apelaba -y volverá a hacerlo pues tiene intención de presentarse a las primarias- un Pedro Sánchez al que sería precipitado dar por muerto políticamente hablando pese a que los actuales dirigentes del partido hasta que se celebre el próximo congreso le han relegado a la cuarta fila del Hemiciclo. El PSOE está entre Escila y Caribdis pero en las peores condiciones posibles porque no se avizora al timón a un Ulises capaz de conducirles a Ítaca. Si el PSOE pierde pie, Podemos se alzará con el liderazgo de la izquierda y en España se abrirá una etapa de enorme inestabilidad política. Mal asunto.

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