Europa se mueve entre dos formas de dirigir la economía de un país

Varoufakis y Tsipras.
Varoufakis y Tsipras.

Ahora se ve más claro que la eurozona se hizo mal desde el inicio, ya que los ajustes tendrían que haberse hecho antes de integrarse un grupo de Estados de la UE en el euro.

Europa se mueve entre dos formas de dirigir la economía de un país

Ahora se ve más claro que la eurozona se hizo mal desde el inicio, ya que los ajustes tendrían que haberse hecho antes de integrarse un grupo de Estados de la UE en el euro.

Alexis Tsipras ha impuesto un corralito en Grecia, donde los bancos y la Bolsa estarán cerrados este lunes y quizá durante más tiempo. Los salarios, pensiones y ahorros de los griegos -dice el jefe de Gobierno de Atenas- están garantizados. Las declaraciones de este domingo del primer ministro griego introducen una variante de difícil comprensión económica en cuanto a los movimientos políticos que puedan producirse en estos próximos meses. No hay que olvidar que lo que se está dilucidando se mueve entre dos formas de dirigir la economía de un país.

Ahora se ve más claro que la eurozona se hizo mal desde el inicio, ya que las medidas de reforma, los ajustes serios y duros, tendrían que haberse hecho antes de integrarse un grupo de Estados de la Unión Europea (UE) en el euro. Pero del mismo modo que en la UE, se eligió el procedimiento de integrar primero y financiar las reformas después, dejando a cada país que lograse su particular reforma. La ingenuidad europea se vio de nuevo alterada en rigor y las cuentas públicas se mezclaron con los movimientos políticos en las calles, escenario donde no se logran las reformas cuando éstas conllevan ajustes severos.

Ahora lo fácil es inculpar a Europa, sin que nadie se acuerde de las ayudas económicas que durante estos últimos años han llenado las finanzas de varios países. Con la misma lógica, intentar llevar la gente a la calle o a las urnas para que admita el impago puede tener consecuencias.

Salvando las distancias, no sería extraño que a partir de ahora veamos también movimientos en España. Podríamos encontrarnos con dos problemas de órdago: el primero, típico español, una partida de mus entre Cataluña y el resto de España, y otro, el del bridge, en la Europa comunitaria. Es clave para todos que se solucione la partida de bridge porque la del mus depende sólo de nosotros.

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