Europa gira al centro y a más Europa con aplausos a Macron y a Rivera

Albert Rivera. / EP
Albert Rivera. / EP

Cuando un partido se aleja mucho de sus ideales, un círculo acaba llevándolo al punto de partida. Ahora mismo solo el centro avanza en línea recta con un claro objetivo.

Europa gira al centro y a más Europa con aplausos a Macron y a Rivera

En España todo huele a viejo, a fórmulas ya ensayadas que llevaron al fracaso y nos volverán a llevar si no se aplican ideas nuevas. La derecha quiso avanzar con los tiempos y ensayó políticas ultraliberales dando libertad al mercado y a las privatizaciones, pero olvidando que no todo vale, que la gente que sufre, los más débiles, no se verán protegidos en un mundo de privilegios con aforamientos, jueces y fiscales amigos, y sin leyes efectivas anticorrupción. Por su parte el socialismo abandonó las teorías de Carlos Marx cuando Felipe González se dio cuenta que aquel ideal en el que media humanidad puso sus esperanzas, había demostrado su fracaso en todos los países donde se implantó. Entonces el socialismo llamado real, y que resultó ser solo virtual, giró hacia una socialdemocracia que basa sus logros en una elevada carga impositiva, lo que funciona en paises muy ricos donde las prestaciones del estado, las seguridades, son creíbles, pero difícilmente pueden funcionar en España, un país sin riquezas naturales más allá del sol y las playas, Quizás podamos convertirnos en un país tecnológico, pero eso requiere largo plazo, inversiones, y que los que ahora obstentan las patentes se dejen adelantar. De momento hay que seguir comiendo cada día y las viejas fórmulas aplicadas durante sus ultimos gobiernos no han funcionado, ni aquí ni en Europa.

Junto a esto, los populismos y nacionalismos se han venido aprovechando de los sistemas electorales que han hecho que tengan escaños suficientes para ser imprescindibles para gobernar y conseguir gracias a ello logros que les han dado más votos, pero que ya empieza a decaer como hemos visto en Francia con Melenchon y ahora en el Gran Bretaña con el UKIP, lo que ha llevado a su líder, el eurófobo Paul Uttal,  a dimitir inmediatamente porque por ahí fuera las dimisiones no se piensan tanto.

Realmente solo hay algo nuevo, la aparición del centro de la noche a la mañana, no solo en tiempo sino tambíén en luz de una nueva etapa que utiliza fórmulas nuevas adaptadas a los tiempos actuales. Después de haber triunfado en varios países europeos, llegó el triunfo de Emmanuel Macron lleno de aire fresco y  medidas renovadas, el hombre de moda que probablemente arrollará en las próximas elecciones generales pese a que su partido solo tiene un año de antigüedad. En Europa solo hay dos novedades. Una es que Emmanuel Macron se suma a más Europa (su primera visita es a Merkel), y otra que cada vez se cuestiona menos que para ser progresista de hecho, hay que generar recursos en un mercado libre sin incrementar impuestos. El mercado existe, no lo generamos nosotros ni lo podemos cambiar, está globalizado como comprendió hasta la China ¿comunista?

No solo Emmanuel Macron despierta entusiasmo en el mundo, Albert Rivera ha completado en Estados Unidos una gira cargada se reconocimiento que nos hizo ver el contraste con las puertas cerradas con que se encontró el nacionalismo catalán. Rivera, al que llaman el Macron español, y que sigue "En Marche", fue aplaudido en el prestigioso Club Bilderberg, en su conferencia en la Universidad de Georgetown, o por sus entrevistas en el Center for American Progress, uno de los lobbies progresistas más importantes, todo porque el mundo entero desea una Europa Unida, un mercado libre, y justicia social en base a la creación de riqueza y no de repartir miseria.

Como siempre hay una oveja negra, alguien que quiere nadar a contracorriente, este ha sido Donald Trump, del que esperemos que la realidad le lleve a reconvertirse, porque en este mundo no se puede ir hacia atrás, hay que mirar al futuro y con ideas nuevas.

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