¿Una Europa de Estados o una Europa de los Pueblos?

Edificio Berlaymont, sede de la Comisión Europea en Bruselas.
Edificio Berlaymont, sede de la Comisión Europea en Bruselas.

Una Europa de los Pueblos lleva implícita la necesidad de seguir construyendo un espacio común para todos los que nos sentimos europeos, pero es necesario dotar a Europa de mecanismos negados por los intereses partidistas y de las élites dirigentes de los estados miembros.

¿Una Europa de Estados o una Europa de los Pueblos?

Es hora de comenzar un debate necesario, un debate aplazado, de forma consciente, por las élites dirigentes. Las personas de este continente tenemos que poder elegir entre la opción que nos dan o la que muchos queremos. ¿Una Europa de Estados o una Europa de los Pueblos? Tengo claro que quiero: la segunda, porque significa dar importancia a la  gente sobre las estructuras ya fracasadas de los Estados. Una Europa de los Pueblos lleva implícita la necesidad de seguir construyendo un espacio común para todos los que nos sentimos europeos, pero es necesario dotar a Europa de mecanismos negados por los intereses partidistas y de las élites dirigentes de los estados miembros.

Europa tiene que ser la casa común que marque las normas y que garante la igualdad de los ciudadanos, tiene que ser a semejanza de ese lugar donde los druidas de los Keltoi se juntaban para resolver pleitos y disputas, para dotar a los clanes y pueblos de mecanismos comunes. Por lo tanto tenemos que derribar fronteras de forma real y trabajar en las sinergias de los pueblos: Galicia con Portugal Norte, Euskadi con Iparralde, Elbe con Labe, Montes Tatras, Sar con Lor con Luxemburgo y Rin... y tantas otras relaciones históricas entre pueblos basadas en cultura, familia, tradiciones y sentimientos en definitiva una forma de ver el mundo similar, con planes de futuro similares. Es eso o lo contrario, es decir, burocracias, imposiciones y pérdida de oportunidades que significan los Estados da forma actual. En muchos casos supone la pérdida de esfuerzos en una competición innecesaria.

El Brexit es una oportunidad: puede y debe ser la espoleta de inicio de una nueva construcción de Europa que tenga en cuenta a la gente y no tanto las estructuras rancias de la moqueta y coche oficial

El Brexit es en este caso una oportunidad: puede y debe ser la espoleta de inicio de esa nueva construcción de Europa que tenga en cuenta a la gente y no tanto las estructuras rancias de la moqueta y coche oficial. ¿Qué solucionan los jefes de estado en las cumbres?. Poco o nada.

Necesitamos avanzar conjuntamente en un marco de seguridad, el momento así lo demanda, una herramienta de defensa común,  precisamos avanzar en la realidad de un mercado  de trabajo común, necesitamos un gobierno de Europa de elección directa por todos, construir sin competir,  con igualdad para cualquier región de Europa, que los que tradicionalmente están relacionados no vean menguar  su posibilidad de colaboración por ser de estados distintos, incluso viviendo a pocos metros, no tiene sentido. De esa forma garantizaríamos que ganamos todos más. Tal vez esa es la clave, igual no interesa que ganemos todos, igual conviene que ganen unos pocos.

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