Europa asegura que el asalto pro-Trump al Capitolio no afectará su relación con Biden
La democracia sigue bajo suspenso en EE UU. Mientras el mundo libre observaba cómo era golpeada y dañada la democracia más vigorosa del planeta, el actual inquilino de la Casa Blanca veía el desarrollo de los acontecimientos del 6 de enero con mucho cálculo político, o tal vez desesperación política. Así como el presidente saliente de Estados Unidos, Donald Trump, aisló a la mayor potencia mundial de sus aliados internacionales en los últimos cuatro años, el bloque de potencias más grande de Occidente se pronunció sobre lo ocurrido en Washington DC este miércoles.
Y es que la Unión Europea manifestó su confianza en que el asalto al Capitolio incitado ayer por Donald Trump sea el último episodio negativo de su convulso Gobierno, al tiempo que Bruselas trató de calmar las aguas al comunicar que ese terrible golpe institucional no perjudicará su futura relación con el presidente electo de Estados Unidos, Joe Biden, quien apuesta por recuperar la estrecha alianza que Washington y Bruselas han mantenido por años, pues son las dos potencias que básicamente controlan casi toda la economía mundial con sus poderosas divisas; el dólar y el euro, respectivamente.
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A medida que el Gobierno de Trump se deteriora rápidamente por las renuncias de algunos de sus asesores de Seguridad Nacional, de su secretaria de Transporte y la intención de otros miembros de su gabinete de abandonar el barco para no ser acusados de complicidad en lo que claramente fue un delito de sedición, incitación a la conducta subversiva y obstrucción de la democracia por parte del presidente, Europa también se desmarca del mandatario, quien poco a poco pierde fuerza política, respaldo diplomático y se arriesga a ser destituido antes de culminar su mandato a través de la invocación de la 25° Enmienda de la Constitución si el vicepresidente Mike Pence lo decide o, en su defecto, un nuevo juicio político en el Congreso.
Las capitales europeas han condenado una tras otra, en una especie de efecto dominó diplomático, el asalto del Capitolio en Washington, con la canciller de Alemania, Angela Merkel, como la líder mundial que más claramente ha responsabilizado a Donald Trump de lo ocurrido. La posición de Berlín es influyente en Europa y en el mundo. Lo que diga Merkel tiene repercusión a nivel global, dejando a Trump posicionado como un presidente antidemocrático y que se rehúsa a condenar la violencia en el país que todavía él lidera.
Aun así, los dirigentes europeos no aceptan bajo ningún concepto que Estados Unidos, su principal aliado, entre en una etapa de inestabilidad, pues eso tendría repercusión en toda la economía mundial y en la estabilidad política de todos los continentes.
La UE confía en que la democracia liberal más poderosa del mundo volverá a consolidarse en la Casa Blanca el próximo día 20 y espera que “la toma de posesión de Biden marque la recuperación y el fortalecimiento de una relación transatlántica”, que ha sufrido un grave deterioro durante los cuatro años del mandato de Trump debido a su sesgo nacionalista, proteccionista y de ultraderecha.
“Trump es el pasado, los estadounidenses ya han pasado esa página. Europa y Estados Unidos somos aliados en la OTAN, grandes socios geoestratégicos y compartimos los mismos valores; no podemos sacrificar una relación tan importante por unos incidentes coyunturales”, ha señalado António Costa, primer ministro de Portugal y desde el 1 de enero al frente de la presidencia semestral de la UE, durante un encuentro virtual con corresponsales internacionales en Bruselas, la capital de la Unión Europea.
Esta declaración marca un precedente en la historia, pues nunca antes en la era moderna global Europa se había desmarcado del apoyo a un presidente de Estados Unidos desde que ambos se hicieron aliados una vez terminada la Segunda Guerra Mundial. El equilibrio en la relación entre estas dos potencias es clave para la estabilidad del orden mundial a nivel económico, político, social y de seguridad.
“Las fotos del Capitolio me enfadaron y me entristecieron, pero estoy segura de que la democracia estadounidense demostrará ser mucho más fuerte que los agresores y alborotadores”, ha señalado la canciller alemana, Angela Merkel.
Berlín es firme al asegurar que no acepta ningún tipo de atentado contra una democracia que debe ser el ejemplo para el mundo, por lo cual Trump pierde así mucho capital político en caso de que tenga intenciones de volver a postularse como candidato presidencial en las elecciones de 2024 en EE UU.
“El presidente Trump lamentablemente no ha reconocido su derrota desde noviembre, ni tampoco ayer, y eso naturalmente ha generado una atmósfera que hace posibles incidentes violentos”, ha indicado la canciller, una de las principales líderes del mundo.
Europa se expresa en una posición en la que hará todo lo posible, a nivel diplomático, para evitar que EE UU entre en un período de ingobernabilidad y caos interno, que podría tener efectos colaterales en el resto del planeta. @mundiario
