Estados Unidos presiona a la OTAN para que aumente su gasto de defensa

Donald Trump (izq.) y James Mattis (der.). / Archivo
Donald Trump (izq.) y James Mattis (der.).

El gigante norteamericano no está dispuesto a seguir cuidando de Europa y avisa de que podría disminuir su contribución a los socios. Jens Stoltenberg pasa de las provocaciones.

Estados Unidos presiona a la OTAN para que aumente su gasto de defensa

"Si sus países no quieren ver a Estados Unidos reducir su nivel de compromiso con la Alianza, cada una de sus capitales debería mostrar apoyo a nuestra defensa común". Directo y claro. Así se pronunció James Mattis respecto al papel que jugará Estados Unidos en la OTAN. El secretaio de Defensa del gigante norteamericano había proclamado públicamente que la OTAN seguía siendo una de las prioridades de Washington, pero en su entorno, con sus hombres de confianza, ha esparcido que el Pentágono no está dispuesto a hacer de niñera de Europa si ésta no aprende a cuidarse de sí misma tampoco. La oficina de la Defensa intenta forzar a que los países europeos miembros de la alianza inviertan más en sus propios ejércitos.

Mattis, como todos en el Gabinete de Donald Trump, sabe bien que cada palabra que sale de su boca provoca revuelos en Europa, especialmente ahora que Estados Unidos parece más decidido que nunca a estrechar lazos con Rusia. Sin ir más lejos, el día lunes uno de los grandes asesores presidenciales de seguridad, Michael Flynn, debió dejar su puesto tras haber mentido respecto a sus acercamientos con diplomáticos rusos.

Pese a que la nueva Administración de Washington no está para titubeos, los miembros de la alianza creen que lo mejor es simplemente pasar de las palabras de Mattis. "Estados Unidos ha expresado con palabras y con hechos su nivel de compromiso con la Alianza", defiende Jens Stoltenberg, secretario general de la organización. Pero el choque de trenes está servido: la altivez de Estados Unidos, la potencia número uno, contra la pasividad y el llamado a la calma de todos los demás, incluidos los europeos.

Europa ha aumentado su presupuesto de defensa en los últimos años, pero las cantidades siguen estando lejos de lo que pretende el Gobierno estadounidense. Tras la cumbre de Gales, el Viejo Continente dio su palabra de elevar ese presupuesto hasta el 2% total del PIB en un plazo de tan solo 10 años. Tres años después, Bruselas apenas está empezando a cumplir con su compromiso, forzados en gran parte porque el ogro de norteamérica parece estar perdiendo la paciencia. No obstante, tan sólo Grecia, Reino Unido, Estonia y Polonia llegan a ese 2%, por lo que si el crecimiento no se acelera, la situación podría entrar en un estado caótico.

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