Estados Unidos exige la renuncia de Nicolás Maduro

Nicolás Maduro, presidente de Venezuela. / Infobae
Nicolás Maduro, presidente de Venezuela. / Infobae

“Por la seguridad de toda la gente de Latinoamérica, es hora de que Maduro renuncie. No estoy segura de cómo haremos eso posible, pero sí sé que no podemos detenernos”, ha dicho la energética embajadora norteamericana Nikki Haley.

Estados Unidos exige la renuncia de Nicolás Maduro

Crece la presión de Estados Unidos sobre Nicolás Maduro. Diversas voces de la nación norteamericana han dejado claro que es hora de que el presidente de Venezuela abandone su cargo, al tiempo que han subrayado que para ello la comunidad internacional debe jugar un papel determinante. "Tenemos que seguir aislando a Maduro hasta que ceda", ha dicho este martes la energética embajadora Nikki Haley.

La representante estadounidense ante las Naciones Unidas, ha aprovechado su intervención durante la 48ª Conferencia de las Américas del Departamento de Estado, auspiciada por el Consejo de Las Américas, para añadir pólvora a la anti campaña presidencial de Washington contra el sucesor de Hugo Chávez. "La opresión sistemática del pueblo venezolano se ha convertido en una amenaza activa para toda la región. Para la seguridad de todos los pueblos de América Latina, es hora de que Maduro se vaya", enfatizó.

 

En esa línea, la portavoz ha hecho especial hincapié en que la salida del mandatario venezolano debe ser una consecuencia de la presión de todo el continente. "No estoy segura cómo podemos hacer que suceda, pero sé que no podemos parar", ha dicho Haley en respuesta a John Negroponte, presidente emérito del Consejo de las Américas, el exembajador estadounidense y exdirector de la CIA. "Tratar de conseguir que Maduro se vaya depende de la región", agregó. "El tiempo para hablar, el momento de instar al régimen a abrirse a las opiniones de la gente, ya pasó en Venezuela", recalcó.

Las palabras de Haley llegan para dejar un tajante mensaje: a Estados Unidos se le está acabando la paciencia. La declaración es decisiva. Washington ya no apuesta a reformas dentro del sistema político o económico, y tampoco pide a Maduro la restitución de la democracia o el respeto a la oposición. El objetivo está claro: en Venezuela debe haber un cambio de régimen.

La postura de Haley, además, llega en un momento tenso, horas después de que el vicepresidente norteamericano, Mike Pence, instara a los países de la región a suspender a la nación caribeña de la Organización de Estados Americanos (OEA) y a aplicar sanciones individuales a altos funcionarios del Gobierno de Maduro.

 

Por su parte, el Gobierno chavista ha rechazado –una vez más- la injerencia y las agresiones del “imperio”. “Los ataques de Mike Pence procuran perturbar la paz del pueblo venezolano, repitiendo la nefasta práctica de intervenciones estadounidenses que tanto daño han causado en Latinoamérica y el Caribe. La administración de Donald Trump no admite la existencia de pueblos soberanos que no están dispuestos a ceder ante las pretensiones imperialistas y supremacistas del régimen estadounidense”, apunta el texto. “Esta conducta arrogante de los Estados Unidos no hace más que reafirmar la decisión de Venezuela de renunciar a su membresía en la OEA, instancia que, lejos de promover la diplomacia y la cooperación entre los países de la región, ha sido un instrumento de agresión que revive el colonialismo que nuestros libertadores derrotaron hace más de doscientos años”, añade. @mundiario

 

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