El Estado colombiano tiene 500.000 víctimas en el exterior que buscan solución

Audiencia pública en el Congreso de la República de Colombia. En la imagen la representante por los colombianos en el exterior, Ana Paola Agudelo.
Audiencia pública en el Congreso de Colombia. En la imagen, la representante de los colombianos en el exterior, Ana Paola Agudelo.

Colombianos de 20 países, víctimas de la violencia, han sido escuchados en la audiencia pública del Congreso. Este promete crear programas de ayuda en los países de acogida.

El Estado colombiano tiene 500.000 víctimas en el exterior que buscan solución

Colombianos de 20 países, víctimas de la violencia, han sido escuchados en la audiencia pública del Congreso. Este promete crear programas de ayuda en los países de acogida.

El pasado lunes, 24 de noviembre se celebró en el Congreso de la República de Colombia la audiencia pública “Víctimas en el exterior y su papel en el proceso de paz”, convocada por la representante por los colombianos en el exterior, Ana Paola Agudelo, del Movimiento Político Mira, con el objetivo de conocer, analizar y discutir la problemática que viven las 500.000 víctimas colombianas que se encuentran fuera del país  y su acceso a los beneficios que contempla la Ley 1448 de 2011, en la cual se dictan medidas de atención, asistencia y reparación integral a los afectados por el conflicto armado interno.

La audiencia duro más de tres horas, con 20 países conectados alrededor del mundo, y la vocería de diferentes instituciones de carácter público y privado, como la directora de la Unidad de Atención y Reparación Integral a las Víctimas, Paula Gaviria; el director nacional de Promoción y Divulgación de Derechos Humanos en la Defensoría del Pueblo, Hernando Toro Parra; el ministro consejero de la dirección de Asuntos Consulares, Víctor Echeverry; la senadora por el Partido Liberal, Clara Rojas; el  representante adjunto del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR), Martin Gottwald; Karin Ruel, del Consejo Noruego para Refugiados (NRC), entre otras.

Los temas más discutidos fueron la cuota del Estado para el presupuesto ordinario que cubre el programa que contempla la Ley 1448, su inaplicabilidad que garantiza la reparación; la falta de información, seguridad y acompañamiento consular a las víctimas en el país de acogida; el uso efectivo de las TIC para crear una línea directa en el país de origen entre el colombiano “inmigrante” y el Estado, con el fin de hacer filtros que faciliten la comunicación y agilicen la actuación del Gobierno en el país receptor; y los testimonios reales de los afectados.

Entre las vías de solución, Ana Paola comentó que “utilizar las TIC para escuchar y asesorar son fundamentales y facilitaría la atención a aquellas víctimas que tiene el estatus de refugiados”. Sin embargo, Clara Rojas piensa que “con la tecnología se debería crear una línea 018000 para las víctimas desde el exterior, y así hacer un censo para conocer las verdaderas problemáticas de los colombianos”.

Aunque, para la Unidad de Atención y Reparación Integral a las Víctimas, “lo importante son las garantías de las víctimas en el exterior” y facilitar el retorno a aquellos colombianos que quieran hacerlo de manera voluntaria, porque “tenemos que responder de una manera dignificante” apuntó Paula Gaviria.

La realidad

Durante la jornada se definieron varios puntos sobre la verdadera situación del colombiano que vive fuera del país. Pero, el escenario final es poco alentador porque desde la creación de  la Ley, han sido calculadas 500.000 víctimas en el exterior, de las cuales aparecen 976 solicitudes de inscripción al Registro Nacional de Víctimas (RNV), 852 contestadas, 440 aceptadas y solo 250 casos reparados en los últimos tres años.

De otra parte, esta audiencia pública permitió escuchar casos reales de víctimas que viven en los cinco continentes, visibilizando y sensibilizando a este colectivo en el Congreso. La expectativa es que las palabras no queden en un vídeo, ni en un papel, sino que los colombianos que viven en Argentina, Reino Unido, España, Estados Unidos, etc., puedan tener esa “línea directa” y sean escuchados, al igual que son tan apetecidos en época de elecciones. 

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