España sigue endeudándose a pesar de estar advertida de que su situación es insostenible
Las emisiones brutas de deuda alcanzarán para el año 2021 la cifra récord de 299.138 millones de euros y la emisión neta estará próxima a los 110.000 millones de euros, según se desprende de los Presupuestos Generales del Estado. El Banco Central Europeo seguirá comprando prácticamente toda la emisión, lo que hará aumentar su posición en deuda española en más de 100.000 millones de euros. España sigue endeudándose a pesar de estar advertida de que su situación es insostenible.
En una situación de política monetaria expansiva, los gastos financieros previstos para 2021 rondan los 30.000 millones de euros, que pueden verse reducidos por los tipos de interés negativos existentes. Es posible que, incluso, con un mayor nivel de deuda se paguen menos intereses este ejercicio, a sabiendas de que esta situación no será sostenible en el tiempo. Una, por la propia dimensión de la deuda, y dos, porque en cuanto países como Alemania comiencen a recuperar el crecimiento, volverán a exigir medidas tendentes a la consolidación fiscal, al tiempo que la política monetaria retornará a posiciones menos expansivas, con tipos más altos.
Más gastos sin ingresos suficientes
Los gastos derivados de la pandemia, empezando por los costes de los ERTEs, y la falta de ingresos fiscales suficientes explican esta crítica situación, aliviada en parte por el mecanismo europeo SURE, del que España recibirá una cantidad de dinero superior a los 11.000 millones de euros.
Bruselas avaló el borrador de Presupuestos Generales del Estado remitido por el Gobierno de España pero advirtió de los “riesgos” que entraña su elevada deuda pública para la sostenibilidad de las finanzas públicas, camino del 120% del PIB. A su vez, la Airef alertó de ese mismo porcentaje de deuda en los próximos años si no se toman medidas. Es más. aunque el crecimiento del PIB previsto para 2021 y los tipos de interés en mínimos logren reducir el tamaño de la deuda, será necesario un plan de consolidación para garantizar la sostenibilidad de las cuentas públicas a medio plazo, como sugiere el comisario de Economía, Paolo Gentiloni, que ve a España sin recorrido fiscal.
Según datos del Banco de España, la deuda pública subió en casi 120.000 millones desde finales de 2019 hasta septiembre de 2020 ante las necesidades de financiación que causó la pandemia y la repentina caída de la actividad por los sucesivos confinamientos.
Crecimiento y paro
Pero los reproches de la Comisión Europea sobre los desequilibrios económicos que arrastra España van más allá e incluyen, a su vez, el rápido incremento del paro juvenil –por encima del 40%– y su desconfianza en el crecimiento del PIB previsto, lo que en la práctica supone que está cuestionando las previsiones de ingresos de los Presupuestos Generales del Estado, ya que una cosa depende de la otra. En definitiva, la Comisión Europea mantiene a España en el grupo de 12 países que merecen estar bajo la lupa del ejecutivo comunitario por sus desequilibrios macroeconómicos.
Una cosa es que haya nuevos Presupuestos Generales del Estado y otra que el proyecto aprobado para 2021 tenga sentido. Porque no lo tiene. Hay cosas de puro sentido común: los ingresos previstos no se sostienen en pie, ya que con menos PIB no se puede recaudar más, salvo que se haga una reforma fiscal. Y menos, 10.000 millones más, solo en IRPF 8.000 millones más. Bruselas no lo dice de manera tan clara pero lo insinúa. En España no se va a recaudar en 2021 lo que está diciendo el Gobierno, y la primera que lo sabe es la ministra de Hacienda.
También miran a España desde el Fondo Monetario Internacional (FMI), sorprendidos, entre otras cosas, con la decisión del Gobierno de aumentar las pensiones y el sueldo de los funcionarios en un 0,9%. “Los compromisos de aumentar de forma permanente los actuales ratios de gasto, por ejemplo a través del [aumento del] gasto salarial o las pensiones deberían ser evitados dado el alto déficit estructural y la presión de sobre el gasto de largo plazo por el envejecimiento de la población”, observaron desde Washington.
La vicepresidenta tercera y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, afirmó este jueves ante más de 200 inversores internacionales que el Gobierno está “comprometido” a que 2021 sea un año de “recuperación y transformación”, con un crecimiento del 7% sin contar los fondos europeos y con la consolidación fiscal. El BBVA prevé, en cambio, que la economía española crecerá un 5,5% en 2021 y un 7% en 2022. El servicio de estudios del segundo banco español empeora, pues, sus propias previsiones para España por la tercera ola de la Covid y retrasa a 2022 un rebote más fuerte. @J_L_Gomez