En España gusta más hablar del pasado que del futuro, por eso aparece Suárez

Rey-y-Carrillo-2 [640x480]
El Rey Don Juan CArlos y Carrillo. / Archivo

Algunos tratan de renacer el debate Monarquía vs República porque se aparcó en la Transición aunque no fue una prioridad preocupante entonces ni tampoco lo es ahora.

En España gusta más hablar del pasado que del futuro, por eso aparece Suárez

Hay grupos que han tomado fuerza en las urnas y tratan de poner sobre la mesa un debate que hasta ahora solo había preocupado a IU. Los grupos son Podemos en el Parlamento y ERC en el Parlament y el debate reclamado es Monarquía o República. En medio de la exhibición de camisetas o banderas tricolor han aparecido unas declaraciones hechas por Adolfo Suárez en 1993, que aún considerando su enfermedad, están fuera de contexto. Cuando murió Franco España era sociologicamente franquista como se puede comprobar en los reportajes de la época, pero sobre todo el poder estaba en manos de las Cortes franquistas y del Jefe del Estado, entonces Don Juan Carlos, heredero del Régimen a titulo de Rey.

Los partidos políticos dudaban entre ruptura o transición, pero se mostraron pragmáticos y pensaron que una ruptura podría suponer una victoria del Régimen y su continuidad, aunque apostar por la transición a una democracia parecía tarea imposible porque requería el suicidio político de las Cortes, con pérdida de todos sus privilegios e ideología, y que el Rey renunciase practicamente a casi todo su poder. Hubo conversaciones, muchas, y finalmente se admite que una transición pacífica y duradera debía llevar a las urnas desde la extrema derecha de Fuerza Nueva hasta las minorías maoistas o troskistas, pasando por la legalización del Partido Comunista, entonces PCE, y hoy incluido en IU. Finalmente, Felipe Gonzalez, el más reticente a la legalización del partido de Santiago Carrillo por aquello de la competencia, cedió, y el planteamiento quedó inclinado hacia la Transición pacífica realizada desde dentro. El encargo era para Don Juan Carlos que se apoyó inteligentemente en un ideólogo, Torcuato Fernández Miranda y en un brazo ejecutor que fue Adolfo Suárez. Todos los cargos del régimen de Franco iban a realizar la Transición hacia la democracia donde los únicos partidos organizados eran el PSOE y el PCE.

El planteamiento siempre fue ruptura o transición, dictablanda, la emanada del espíritu del 12 de febrero, o democracia, pero nunca Monarquía o Republica, que jamás fue una prioridad, entre otras cosas porque sin ruptura el único con poder para disolver las Cortes o convocar elecciones constituyentes era el Rey. El proceso salió bien gracias a la generosidad de mucha gente del Régimen que luego habían de reunirse en la UCD liderada por Adolfo Suárez, y a los que el pueblo, ya soberano, había de elegir para iniciar la andadura, prueba de la poca predisposición del pueblo a las aventuras, mientras que la derecha mas clásica se arremolinaba en Alianza Popular, hoy PP, a las órdenes de Fraga Iribarne. 

Todos, desde Fraga a Carrillo, dieron una lección de generosidad, de pragmatismo, de talla de estadistas, y gracias a D. Juan Carlos pudimos disfrutar de una de la Constituciones más abiertas y democraticas del mundo, con las conversiones de Adolfo Suárez a ejemplo de demócrata, y de un Jefe del Estado con todo el poder en sus manos, a un Rey dinástico gracias a la abdicación de su padre, D. Juan de Borbón, que también supo sacrificarse.

El planteamiento que ahora algunos reclaman, algunas minorías, nunca lo fue porque cuando todo el poder recae en el Parlamento y el Jefe del Estado es representativo, la monarquía no es un inconveniente, como se comprueba en todas los reinos europeos que no se diferencian nada de las presidencias de Italia o Alemania, por ejemplo. Habría sido diferente si el Jefe de Estado tuviese amplios poderes al estilo de Francia o EE UU, porque entonces habría que elegirlo, pero como apunta Fernando Ramos en MUNDIARIO, un republicano con solera, si un republicano tuviese que elegir hoy un presidente de la tercera república entre nuestra clase política actual, se haría monárquico.

Comentarios