¿Por qué escasean tanto los estadistas y los demócratas en España?

Sesión solemne en el Congreso en el 40 aniversario de la Constitución española
Sesión solemne en el Congreso en el 40 aniversario de la Constitución española. / Archivo
Unas veces por conflictos de sucesión, otras por ansias soberanistas y otras por utopías anarquistas o comunistas, España  ha vivido en guerra sin lograr una democracia consolidada regida por estadistas.
¿Por qué escasean tanto los estadistas y los demócratas en España?

Afortunadamente en la actualidad española ya no hay guerras pero este maravilloso país sigue recordando aquel cuadro de Goya donde dos españoles con las piernas hundidas en la tierra tratan de matarse a palos. ¿Somos una tierra de gañanes? Lo dudo. Haberlos haylos pero la mayor concentración no se da en el pueblo sino en los políticos que nos representan. Frente a los graves problemas que nos acechan, como puede ser el paro que soportamos, justo el doble que Europa o Estados Unidos, el tremendo fraude fiscal cifrado en 40.000 millones de euros, la economía sumergida que produce un déficit al Estado de 18.000 mill€,  las tensiones territoriales o la obsoleta ley electoral que da alas al soberanismo, junto a la lenta justicia por falta de recursos para este régimen tan garantista, o la  crecida Deuda Pública... hay abundancia de políticos que se dedican al postureo con actitudes populistas centrándose en reunir grupos pequeños cuyos problemas ocupan portadas o se debaten a diario por tertulianos mediocres.

Lejos de buscar un consenso como el de la transición o los Pactos de Moncloa, ahora se producen enfrentamientos por los cargos a repartirse, y en esto no se ponen límites. Pese al ejemplo de Europa donde es frecuente ver gobiernos de conservadores, socialdemócratas y liberales hasta en la propia UE, nosotros hemos vivido el no es no de Sánchez a Rajoy cuando Ciudadanos pedía que hablasen e incluso que contemplasen un gobierno de concentración para atajar los problemas que ya se veían venir. Tampoco ayudó Rajoy cuando el PSOE quiso formar gobierno con Ciudadanos en base a un programa de 200 puntos de los cuales 150 podrían estar en un programa del PP, como tampoco ayudó Sánchez cuando Rajoy presenta ese programa. No hay menos de 100 puntos donde coinciden todos los partidos y nadie quiere resolver porque es más rentable en votos destacar las diferencias que las afinidades.

Las ideologías han muerto. Es cierto que Ciudadanos perdió el entrar en los gobiernos de Burgos, Huesca y a punto estuvo de perder Madrid por mantenerse firme en su ideología, pero no logró explicar que la línea roja a Sánchez proviene de su negativa a no renunciar al apoyo de separatistas o de no renunciar al indulto a los políticos presos. Dejando a un lado los 300 ayuntamientos que el PSOE da a ERC fortaleciendo el soberanismo, o la Diputación de Barcelona que se reparte con el partido de Puigdemont, lo que rebosa el vaso es aceptar el apoyo de Bildu después de criticar que el centro derecha aceptase el de Vox que no ha matado a nadie mientras los abertxales se niegan a condenar el terrorismo etarra. Edmundo Bal, ahora portavoz de Ciudadanos, si mencionó un gobierno de concentración que aborde problemas de estado que crecen día a día, como también Casado en nombre del PP se ofreció a pactar todos los asuntos de estado pendientes de resolución. Es curioso que frente a estos ofrecimientos Sánchez se limite a pedir la abstención de ambos mientras pacta competencias con Podemos y busca el apoyo nacionalista. ¿De verdad alguien se cree que es posible que PP y Cs apoyen un gobierno con Podemos basado en un incremento del gasto  y del déficit a cubrir con una fuerte subida de impuestos?

La teoría del bloque de izquierda y el bloque de derecha es completamente trasnochado. El PSOE hace años que abandonó el marxismo y es un partido que cree en la libertad de mercado como demuestran todos los barones socialistas que se han manifestado en contra del camino emprendido por Pedro Sánchez. y con los que Rivera no tuvo reparo en pactar porque no se puede ignorar un partido que gana elecciones y es europeista. Podríamos decir que Obama es de izquierdas o Sanders de ultraizquierda, por ejemplo, pero en Europa sabemos muy bien que es eso y en el mundo ya solo es de izquierda, tanto como para decir "soy comunista", el Podemos de Pablo Iglesias (el de Errejón nunca lo dijo) y quizás Corea del Norte.

Nuestros políticos deberían aprender a ser pragmáticos y aparcar las ideologías para su momento sin olvidarlas. Vemos, por ejemplo, como el PSOE es republicano por ideología estatutaria, pero se da cuenta que España no soportaría un Jefe de Estado partidista hoy , que la monarquía goza del apoyo mayoritario del pueblo soberano y aparca ese ideal para otra época si llega.evitando confrontación. Pues eso mismo debería hacer Sánchez en todo lo demás. En España hay muchos temas de Estado por resolver ¿dónde están los hombres de estado?

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