¿Es legítima la estrategia de los activistas que señalan a algunos políticos?

Protestas contra los desahucios en España / Fotomovimiento via Compfight

Activistas contra los desahucios han dado un polémico paso para señalar a los políticos que no apoyan la dación en pago: la movilización frente a sus viviendas.¿Es legítima esta estrategia?, se pregunta el diario El País en un reportaje.

No tengo intención de defender a los políticos, ni desgranar los motivos por los que una parte de la sociedad se levanta "en armas" con acoso y derribo. Ni tan siquiera quiero entrar en valoraciones sobre las ciento de movilizaciones, por la sencilla razón de que no me corresponde. Pero es evidente que todas estas algarabías tienen algo en común, una memoria selectiva, por no decir unas puertas más atractivas para aporrearlas. Lo mismo que el vocabulario melindrero y "lamelibranquio" que utiliza esta clase política bajo el eufemismo de lo políticamente correcto para no condenar actos que son pura y duramente vandálicos, tanto los ocurridos a Esteban González Pons como a Elena Valenciano.

Pero me entra una duda metódica, acaso a estos cuatreros no les gusta el color de las puertas por donde entraban y salían los irresponsables de mayor caso de corrupción andaluza (EREs)? Y como soy muy curiosa, también me gustaría saber si es que las puertas de la casa de Zapatero eran blindadas?

Ya puestos en ello, y aclarando dudas sobre esta hemiplejía moral, como dijo Ortega y Gasset, ¿debajo de qué mesa, mesado o armario se esconde la clase jurídica?

A las cosas se les llama por su nombre y en mi pueblo a los actores de semejantes altercados se les llama terroristas de la democracia. Lo que no sé es dónde están los responsables de restaurarla.