Es la hora, inaplazable, del PSOE

Pedro Sánchez. / RRSS
Pedro Sánchez. / RRSS

Solo el PSOE puede ofrecer lo que hoy más necesita la política española: serenidad y experiencia. Frente al desafío catalán, desde luego, pero también frente a la degradación de la vida pública.

Es la hora, inaplazable, del PSOE

Las circunstancias, más que su trabajo, han situado al PSOE en la mejor posición para recuperar confianza electoral a cuenta del descalabro de sus oponentes. Mientras las encuestas le señalan una tercera posición en las preferencias de voto, la coyuntura política ha situado a los socialistas en el lugar preciso para desplegar una alternativa real de gobierno. El PP arrastra ya tal sucesión de escándalos que los costes electorales serán inevitables, a pesar de algunos buenos datos de gestión, la aprobación de los Presupuestos entre ellos. Ciudadanos se ha envuelto en la bandera para socavar a los populares precisamente en el terreno donde han sido más fuertes, el nacionalismo español. En cuanto a Podemos arrostra su propia sucesión de escándalos, el último y más chusco, la vivienda de su líder, quien como los Ortega nicaragüenses o los Maduro venezolanos, ofrece una concepción patrimonial de la política, obligando a sus huestes a aceptar ya sea a su compañera sentimental como mejor portavoz, ya sea sus dispendios pequeño burgueses como propietario de su partido.

Solo el PSOE puede ofrecer lo que hoy más necesita la política española: serenidad y experiencia. Frente al desafío catalán, desde luego, pero también frente a la degradación de la vida pública. Una posición central en el tablero político a la que Ciudadanos, que la cultivó durante los últimos años, está renunciando para abrazar una política de confrontación con los nacionalismos periféricos que, aún en el caso de que ofrezca réditos electorales a corto plazo, garantiza la confrontación estéril durante mucho tiempo.

El PSOE solo tiene un reto: la credibilidad. Aceptando sus propios errores en el momento inicial de la crisis, liderando la regeneración de la política y tendiendo la mano a todos. Cuenta con el aval reciente de su apoyo a la intervención en Cataluña, con un discurso firme frente al supremacismo xenófobo del nuevo Presidente de la Generalitat, pero también con una trayectoria ya muy larga, de demanda de un nuevo marco político para afrontar las actuales tensiones. Para ser creíble necesitará humildad, pues no se trata de descalificar globalmente a los demás, ni siquiera al PP, sino de poner de manifiesto que el ciclo popular ha terminado y que los partidos emergentes no ofrecen soluciones apropiadas a los problemas actuales.

En ese sentido la moción de censura constructiva, es una oportunidad inaplazable. No triunfará, pues no es posible ni conveniente, pero permitirá ofrecer desde ahora un proyecto político posibilista, reformista y moderno, frente al desgaste popular, a las ensoñaciones populistas y al griterío reciente de Ciudadanos. Es la oportunidad que necesita Pedro Sánchez para transitar de líder de una fracción de su partido a firme candidato a dirigir el Gobierno. No es suficiente la moción de censura, pero es el primer paso, inaplazable.

Luego precisará reunir de nuevo a quienes ha marginado, para disponer del mejor capital humano posible, captar nuevos valores, afinar propuestas, regenerar procedimientos. Sólo tiene dos problemas. De un lado, el juicio de los ERE de Andalucía, un episodio de descontrol administrativo a gran escala, cuya sentencia es imprevisible pero que debería de marcar una frontera para el futuro. Del otro, su propio talante que lo ha llevado en los últimos meses a propuestas contradictorias. La moción de censura le brindará el escenario principal,  del que ha estado ausente: la Cámara.

A un año de elecciones municipales, autonómicas y europeas, la conjunción de acontecimientos, más que la de los astros, ha deparado una ventana de oportunidad impensable hace pocos meses. Es probable que Rajoy intente agotar la legislatura, pero el tiempo de descuento ha comenzado y lo protagonizará quien acierte a encarnar los deseos del electorado. El giro táctico de Rivera, ha despejado el campo para Sánchez. Más que nunca, es la hora del PSOE. @mundiario

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