El equipo de Donald Trump pagó millones bajo agua a su exjefe de Campaña

Paul Manafort, exasesor de Donald Trump. / Twitter
Paul Manafort, exasesor de Donald Trump. / Twitter

Paul Manafort se habría embolsado millones de dólares tras haber dimitido a su puesto como jefe del proyecto del empresario, revelaron medios de los Estados Unidos.

El equipo de Donald Trump pagó millones bajo agua a su exjefe de Campaña

Cuando Paul Manafort fue despedido como jefe de campaña de Donald Trump lo primero que hizo fue ir a inscribir una empresa al momento que lo dieron de baja y recibió 13 millones de dólares de manos del equipo del empresario estadounidense, publicó The New York Times. En simultáneo, la agencia AP informaba que Manafort había cobrado más de 1.2 millones de dólares por asesorar a un grupo político proruso de Ucrania, el cual tramita ya los papeles necesarios para registrarse como agente extranjero en Estados Unidos. Manafort había renunciado a su puesto en agosto del año pasado luego de que se supiera que había recibido dinero de una entidad extranjera para que les favoreciera gracias a sus contactos en las instituciones políticas federales del gigante del norte.

El diario neoyorquino asegura que la empresa que Manafort registró al momento de salir de su despacho fue creada con el propósito de mover el dinero de las jugosas donaciones recibidas para luego financiar sus incontables propiedades distribuidas en todo el territorio estadounidense. No obstante, los fondos llegaron de dos empresas relacionadas al hoy inquilino de la Casa Blanca, en conjunto con un millonario ucraniano y un asesor de Trump. El lobista ya tenía investigaciones abiertas en su contra por sus cuentas bancarias abiertas en varios de los llamados "paraísos fiscales", según escribe El País.

Manafort es un nombre que se ha hecho ya muy popular en los despachos del FBI, al igual que en los comités de Inteligencia de la Cámara de Representantes y del Senado por los ataques virtuales que organizó Rusia en supuesta complicidad con Donald Trump para perjudicar al Partido Demócrata en las elecciones del año pasado. En marzo trascendió que este personaje había sido contratado por un empresario de confianza de Vladimir Putin para esparcir sus intereses en todo Estados Unidos.

La revelación vuelve a apuntar todas las pistolas al Despacho Oval. Manafort no cobró directamente por haber asesorado la campaña de Trump, mas sí habría aprovechado los contactos que coleccionó en la misma para lucrar tras su salida.

Su labor como lobista para una agrupación ucraniana con conexiones en Rusia previo a registrarse legalmente para cobrar por ello lo lleva a ser el segundo integrante del equipo del actual presidente en haber hecho tal cosa. Michael Flynn, el general que formó parte de los asesores de seguridad del presidente, debió renunciar en febrero de este año luego de que se hiciera público que había lucrado por ser portavoz de Ankara en Washington pese a que no estaba registrado legalmente para ejercer como tal.

La tarea de Manafort en defensa de los intereses de un gobierno extranjero en Washington se conoció en agosto del año pasado y lo llevó a renunciar a su privilegiado puesto en la campaña del candidato por el Partido Republicano. El The New York Times hizo público que se había hecho con fuertes sumas de dinero de parte de la mencionada agrupación ucraniana. Los cobros, recibidos por trabajos hechos entre 2007 y 2009, fueron registrados en una libreta que ha podido inspeccionar la agencia AP. Manafort negó tajantemente que haya recibido tal dinero.

El despacho del lobista ha dicho que su titular estaba en conversaciones con el Gobierno estadounidense para registrarse como agente extranjero desde antes de las elecciones del pasado 8 de noviembre y que a estas alturas ya está preparado "para dar los pasos adecuados", asegura El País. Manafort considera que nunca trabajó a nombre del Kremlin y que de cualquier forma todo empezó desde mucho antes de unirse al campamento de Trump.

El empresario neoyorquino, por su parte, ha restado peso a la influencia que Manafort tuvo en su campaña, con todo y que fue su cabeza durante varios meses y el responsable, entre otras cosas, de reforzar su figura para la Convención del Partido Republicano, en la que fue oficializado como candidato a la Casa Blanca. Manafort siempre vivió a la sombra de sus posibles conexiones con altos mandos moscovitas.

El lobista, citado por la agencia AP, sigue ensimismado en renegar sus vínculos con el partido ucraniano y mucho menos haber recibido dinero de ellos. "Cualquiera de las transacciones bancarias que recibió mi empresa corresponden a pagos legítimos por asesoría política", explica. Manafort también había negado que tuviera una libreta con pagos ocultos, mas la agencia ha revelado que encontró dos pagos por 750.000 y 455.249 dólares que fueron hechos a éste y que coinciden con la información del cuaderno, explica El País.

Comentarios