Oscar Gamboa: 'La discriminación racial no se terminará con una ley'

Oscar Gamboa Zúñiga. / Mundiario
Oscar Gamboa Zúñiga. / Mundiario

Fue director del Programa Presidencial Afrocolombiano, director de Fedempacífico y Amunafro. Ahora es asesor de asuntos afrodescendientes de la Gobernación del Valle, en Colombia.

Oscar Gamboa: 'La discriminación racial no se terminará con una ley'

Desde que el presidente de los Estados Unidos de América, Barack Obama, llegó al poder, la comunidad afrodescendiente empezó a ser visible en la sociedad. El estigma peyorativo de estar relegada a un segundo plano a nivel internacional se mitigo, y por primera vez las personas de color dejaron de ser “negros y negras” para pasar a ser ciudadanos del mundo. Aparentemente se redujeron los comentarios “racistas”, y empezó una integración etno racial pública y global. En Colombia también existe una comunidad amplía de afrodescendientes. Según el Instituto Estadístico colombiano (DANE), hay censados 4.536.718 afrocolombianos que equivale al 10,82% de la población del país. Un porcentaje importante y representativo. Ahora, ¿quién trabaja por ellos?

Ante esta inquietud periodística, una noche decidí indagar sobre la situación de los afrocolombianos, y encontré que la persona que podía responder era el director del Programa Presidencial Afrocolombiano, Oscar Gamboa Zúñiga (ahora ex director, porque renunció al cargo para hacer parte de la campaña de reelección del presidente Juan Manuel Santos). Contacté con él vía telefónica y le expliqué el objetivo de la entrevista. En un primer instante le comuniqué que no quería interrumpir en su agenda política, que estaba abierta a su disponibilidad horaria. Fue el propio político quien decidió que fuera un domingo, a las 20:00 horas de Colombia. Si algo me sorprendió de Óscar fue la pasión que tenía su voz al hablar del tema, además de no importarle sacrificar unos minutos de su tiempo durante un día no laborable para hablar de sus “hermanos” como el mismo lo expresó.

- ¿Hace cuánto tiempo trabaja por los afrocolombianos?

- Hace 20 años. Fue producto de una vivencia de discriminación racial que viví en la ciudad de Cali en una empresa privada. Siendo yo un profesional, un hombre con una hoja de vida importante. Pero lamentablemente me pregunté: si esto me pasa siendo un profesional con experiencia y con formación académica, ¿qué no le pasara a otros hermanos afrodescendientes? Y lo más triste, que no tiene la posibilidad de denunciarlo. De ahí me metí en luchador por construir sociedades incluyentes, más que conceptualizar la dinámica como una retaliación a mi propia circunstancia. Creo que la lucha debe ser por conseguir que al final del día, negros y blancos, indígenas, hombres y mujeres, nos conozcamos como una sola familia. La  familia de los seres humanos. La familia de los colombianos, y que la diversidad en lugar de separarnos nos una y nos mantenga como sociedad.

- Ahora que usted es un político de reconocimiento internacional, ¿ha tenido ocasión de hablar con ese empresario del sector privado que lo discriminó dos décadas atrás?

- Sí, me lo encontré hace unos cuatro años en un restaurante de la ciudad de Cali. No sé si olvidó lo que paso, pero me saludo muy afablemente. Me comentó que me había visto en los medios de comunicación y que me felicitaba. La verdad, seguí mi camino, no me detuve a conversar con ese señor porque como ser humano tengo sentimientos, y esas personas que le hacen daño a la sociedad no deben ser valoradas como tal, yo no valoro a ese tipo de personas.

- Usted entró a ser el Director del Programa Presidencial para a formulación de estrategias y acciones para el desarrollo integral de la población afrocolombiana, negra palenquera y raizal en el 2010. ¿Usted ha visto una mejoría desde que entró en vigor la Ley antidiscriminación Nº 1482 del 30 de noviembre del 2011? ¿Puede hablarnos del antes y del después?

- Lo primero que quiero decir al respecto es que la discriminación racial no se terminará con una ley. Este es un proceso sobre todo pedagógico. Y por primera vez en la historia Juan Manuel Santos escuchó el clamor de un colectivo y se penaliza el racismo en Colombia. Segundo, este es un proceso de formación y castigo. Así es como está ley pretende decirle a los racistas como un Estado demócrata, que no está dispuesto a tolerarlos bajo ninguna circunstancia. Una ley no acaba la discriminación, pero si es una advertencia real a los racistas. Nosotros con el ministerio de Educación y Cultura iniciamos una campaña muy agresiva de sensibilización para concientizar a la ciudadanía, para que cada departamento y municipio de Colombia cree estrategias de pedagogía con el objetivo de sensibilizar a los nacionales de que estas prácticas racistas no son buenas para la democracia.

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