El encanto de Emmanuel Macron sobre la Unión Europea se estrella en Europa del este

Emmanuel Macron. / RRSS
Emmanuel Macron. / RRSS

Europa Central y Oriental claramente no están tan entusiasmadas con el nuevo presidente francés como el resto de sus vecinos. 

El encanto de Emmanuel Macron sobre la Unión Europea se estrella en Europa del este

El presidente francés Emmanuel Macron recibió la bienvenida de una auténtica estrella de Hollywood durante su debut en Bruselas, y dijo en una ruidosa conferencia de prensa que era hora de "redefinir" las prioridades de la Unión Europea.

Pero mientras que Alemania y otros estados de la UE se hicieron eco de su optimismo, el Grupo de Visegrado, que incluye a Polonia, Eslovaquia, Hungría y la República Checa, es de la mentalidad opuesta. Enojados por la sugerencia de Macron de que utilizaron Europa como un "supermercado", los asistentes de esos países contemplaron brevemente la convocatoria de una reunión con el presidente francés prevista para el viernes pasado.

La reunión tuvo lugar, y los países de Visegrado lo utilizaron para asegurarse de que el "chico nuevo" supiera lo que estaban pensando. Su mensaje era simple: no más conferencias sobre valores compartidos, por favor. Y olvídense de armarnos con fuerza para que aceptemos más refugiados, o convirtiéndonos en estados de segunda clase como parte de su Europa de  "multivelocidad", porque no sucederá.

"No es el mejor plato para un nuevo presidente, dar una patada a aquellos con quienes se quiere dialogar", dijo un asesor del primer ministro húngaro, Viktor Orbán. "No es la primera vez que hace esto, utilizar países de Europa Central y Oriental durante su campaña como un ejemplo negativo".

Si Macron y los líderes del Grupo de Visegrado se miran cautelosamente, es porque sus agendas parecen chocar. El presidente francés ha criticado lo que él llama fuerzas “no liberales" en Europa del Este, una exclamación que Polonia y Hungría interpretan como dirigida a ellos.

Macron quiere que los países de Europa Central y Oriental acepten más refugiados como parte de un sistema de cuotas europeo, a lo que los líderes polacos y húngaros se oponen totalmente. Macron también quiere que los países de la eurozona sigan adelante con una integración más profunda, permitiendo a aquellos que están listos para avanzar con la armonización para hacerlo. Las naciones de Visegrado por su parte se ven a sí mismas como marginadas en este proceso, y no quieren que suceda.

Macron está decidido a conquistar Europa después de su exitosa elección en Francia, y su estilo lo ha empujado a ganarse algunos enemigos, prueba de ello es que las reuniones entre Francia y el Grupo de Visegrado no se realizan regularmente, y no se espera que esa situación cambie.

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