Los electores también se equivocan

Urnas electorales. / RR SS
Urna electoral.
No sólo los políticos se equivocan, también los que los votan pueden caer en error. La repetición de elecciones avanzadas pueden darnos una pista.
Los electores también se equivocan

El aforismo de que los electores nunca se aquivocan parece demasiado simplista. No sólo los políticos se equivocan, también los que los votan pueden caer en error. La repetición de elecciones avanzadas pueden darnos una pista.

Pueden adelantarse unas elecciones por diversos motivos: porque el gobierno no lo ha hecho bien o ha caído en desgracia por sus abusos o corrupción, y hay que recurrir a formar otro. O porqué ni siquiera se ha podido llegar a la investidura de un presidente. En todos estos casos, parece que no se eligieron los políticos más adecuados. ¿Se equivocaron los electores?

Zapatero, Rajoy y Sánchez ilustran, de alguna manera, está casuística.¿Se equivocaron ellos o los electores? Quizás ambos. Ellos sin duda lo pudieron hacer mejor, pero los votantes seguramente no mostraron mucho acierto o estuvieron mal informados a la hora de ir a las urnas.

Pedro Sánchez no ha llegado a ser investido en dos ocasiones por falta de los apoyos suficientes. O bien no ha sabido buscarlos, o los demás no han querido dárselos, o los electores han escogido formaciones políticas demasiado incompatibles para que pudieran compartir gobierno o programas, y en caso de intentarlo habría sido fatal. En este caso, ¿no se equivocaron los votantes? ¿Por falta de una buena información? ¿Por una posición demasiado inflexible a la hora de votar? ¿Por no prever las consecuencias de dar su voto a uno o a otro candidato? La culpa no es siempre sólo de los políticos. No nos equivoquemos el próximo 10 de noviembre. Necesitamos un Gobierno fuerte, coherente y estable.

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