El presidente Feijóo se disculpa por sus fotos con un 'narco' y la Oposición exige su dimisión

El presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, del PP, objeto de una dura comparecencia parlamentaria a raíz de la publicación de unas fotos de hace años en las que aparecía con una persona que terminó siendo condenado por narcotraficante, dijo que dio "todas las explicaciones sin demora y con transparencia y humildad" y que "si algún gallego considera que debo disculparme aunque sucediera hace dos décadas, también lo hago". Insistió en que le intentaron “amedrentar” con las fotos, pero, como hace desde que estalló la polémica, no especificó de quién partieron esas amenazas. Feijóo contestó a 23 preguntas.

Según admitió, Feijóo hizo viajes con Marcial Dorado a Cascais (Portugal), Baleares, Tenerife y los Picos de Europa. También reveló que el diario El País le había preguntado si estuvo con él en Suiza e Inglaterra y que lo negó.

Según interpreta el diario El País, el mismo que publicó las polémicas fotos, Feijóo dejó caer ante el Parlamento autónomo que empresas de su antiguo amigo, el contrabandista ahora condenado por narcotráfico Marcial Dorado, pudieron haber contratado con la Administración gallega. Pero Feijóo no especificó qué tipo de contratos ni su cuantía durante la época en que el actual presidente —a partir de 1995— ocupaba altos cargos en la Xunta y fue invitado por Dorado a viajes y fiestas. Alberto Núñez Feijóo se limitó a señalar que cuando más “ayudas y subvenciones” recibieron las firmas del contrabandista fue durante el bipartito de socialistas y nacionalistas que gobernó Galicia, entre 2005 y 2009.

El portavoz del PP, Pedro Puy, había negado poco antes relaciones económicas entre empresas del narco y la Xunta.

En una intervención plagada de ataques a la oposición y también al diario El País por haber publicado las fotografías y los detalles de la relación personal entre Feijóo y Dorado, el presidente de la Xunta no contestó quién pagaba los viajes y tampoco aclaró cuándo fue su último contacto con el contrabandista.

Feijóo se aferró a que no sabía quién era Dorado cuando entabló relación con él. Sin embargo, la Oposición le mostró fotocopias de prensa de principios de los años noventa en las que se daba cuenta de la detención del contrabandista y de las sospechas judiciales y policiales sobre su posible dedicación al comercio de drogas. Pero Feijóo replicó: “Si hubiese tenido la más mínima información, no hubiese posado para esas fotos”.

Si bien insistió en que su contacto con Dorado se cortó en 1998, cuando supo que la justicia lo investigaba, Feijóo admitió que pudo haber hablado con él entre 2001 y 2003, conversaciones que, según el juez que encarceló al narco, están recogidas en pinchazos telefónicos. “Puede que me felicitara las Navidades o algún cumpleaños, pero no puedo recordar con toda la gente con la que hablé en esa época”, explicó el presidente de la Xunta.

El presidente de la Xunta mostró su “repulsa” por el narcotráfico y admitió el error de relacionarse con Dorado: “Me equivoqué".

Durísimas acusaciones y críticas de la Oposición al presidente Feijóo

A pesar de sus disculpas, la Oposición pidió la dimisión de Feijóo como presidente de la Xunta. Tanto el PSdeG-PSOE como Alternativa Galega de Esquerdas (AGE) y BNG evocaron a los muertos por la droga y señalaron que en la época en que Feijóo se relacionaba con Dorado el movimiento social de las madres se enfrentaba a los capos de las Rías Baixas.

El socialista Pachi Vázquez retó al presidente Feijóo a que denuncie los supuestos chantajes a la policía. “Sus argumentos son inverosímiles”, señaló Pachi Vázquez, que añadió: “Usted era de los gallegos que mejor conocían a Dorado, porque estaba todo el día con él”.

“Usted es la indecencia hecha persona”, le espetó el líder de AGE, Xosé Manuel Beiras, a Feijóo. “Si usted no sabía lo que ocurría en este país, ¿cómo podía estar en un cargo público”. “Usted se hizo amigo de un delincuente por mediación de otro delincuente”, insistió en referencia a Manuel Cruz, antiguo chófer de la Xunta, testaferro de Dorado, ya fallecido, y la persona que, según Feijóo, le presentó al capo. Beiras rozó el llanto cuando recordó a sus amigos muertos de sida.

Francisco Jorquera, del BNG, reprochó al presidente que contribuyese al propósito del contrabandista de lograr “respetabilidad social”. “Todo el mundo en 1995 sabía que las redes del contrabando estaban conectadas con el narcotráfico. ¿Pretende que los padres y madres de las víctimas de la droga se crean que usted no sabía quién era Dorado? Es increíble”, dijo el nacionalista Jorquera.