Ekrem İmamoğlu, el hombre que venció al dictador

Ekrem İmamoğlu durante un mitín ante sus seguidores. / Twitter
Ekrem İmamoğlu durante un mitín ante sus seguidores. / Twitter

Este hombre era desconocido hace apenas unos años y hoy se puede dar el lujo de decir que derrotó al régimen de Recep Erdogan dos veces.

Ekrem İmamoğlu, el hombre que venció al dictador

El régimen de Recep Tayyip Erdogan sufrió este fin de semana su derrota más dura luego de que la oposición les apabullara por segunda vez en las elecciones municipales de Estambul. Erdogan encajó así una derrota que escapaba a todos los mapas de ruta que tenía planeados. El hombre capaz de dar esta cachetada al ego y prácticamente dictadura autorizada de Turquía (se hizo literalmente una consulta al pueblo turco que aprobó la investidura de poderes absolutos a Erdogan) es Ekrem İmamoğlu.

İmamoğlu nació el 4 de junio de 1970 en Trabzon, específicamente en Akcaabat. Viene de una familia humilde y muy conservadora. Es un apasionado del fútbol, deporte en el que se desempeñó a nivel amateur y también fue gerente del Trabzonspor, equipo de la Superliga turca. İmamoğlu estudió Ciencias Económicas en la Universidad de Estambul, pero su primera licenciatura la obtuvo en la carrera de Adminsitración de Empresas, para posteriormente obtener una maestría en Administración de Recursos Humanos. Está casado con Dilek Kaya, con quien tiene tres hijos.

Entrada a la política

Las carreras políticas usualmente se van construyendo con el paso de los años y la fama no cae de golpe, de un día para otro. Pues bien, la historia de İmamoğlu es una excepción a esta regla. Hasta hace una década nadie sabía nada de él, y eso que pare entonces tenía ya nada menos que 39 años.

Se unió al socialdemócrata Partido Republicano del Pueblo (CHP, por sus siglas en turco) en 2008. En 2009 se convirtió en el líder de las juventudes de la agrupación. Ese mismo año fue colocado al frente del cuerpo del partido en el distrito de Beylykdüzü, Estambul, puesto que mantuvo hasta 2012. Renunció a esta posición en 2013, para pasar a ser el alcalde del mismo distrito. Tomó posesión el 30 de marzo de 2014 tras haber obtenido el 50,44% de los votos en las elecciones municipales de aquel año. Pero hasta entonces seguía siendo un persona muy recóndito en el espectro turco.

El gran salto lo dio en 2017, puntualmente el 23 de septiembre de ese año. El alcalde de Estambul, Kadir Topbaş renunciaba a su puesto y el CHP nominó a İmamoğlu para sustituirlo. Fracasó (la alcaldía quedaba en poder de Meylüt Uysal tras nada menos que tres rondas de votaciones), pero su nombre empezaba ya a sonar de verdad en la gran ciudad comercial de Turquía, algo así como la segunda capital del país.

El 18 de diciembre de 2018, el CHP lo propuso como su candidato a alcalde de Estambul, esta vez ya bajo la mano tiránica de Erdogan y su Gobierno, que tenían –tienen, las cosas como son- totalmente corrompido al Estado. La oposición sabía bien que hacerse con un triunfo en esta ciudad de cerca de 15 millones de habitantes, sería un paso estratégico para propiciar futuros golpes al oficialismo. Era tal el proyecto, que los otros dos grandes partidos opositores, el Partido Democrático de los Pueblos (HDP, por sus siglas en turoc) y el Partido Iyi, decidieron no concurrir en las elecciones a fin de favorecer a İmamoğlu.

La empresa dio resultados y el 31 de marzo İmamoğlu se hacía con el triunfo ante Binali Yıldırım, uno de los hombres fuertes del régimen de Erdogan. La victoria fue de apenas 23.000 votos. El presidente turco saltó por los aires ante lo que consideraba una auténtica adulteración de su inmaculado sistema electoral, ese mismo que lo había investido de absoluto poder. Tras haber hecho una pataleta de esas que tanto gustan a los dictadores, la autoridad electoral de Turquía llamó nuevamente a las urnas a Estambul. El resultado no cambió.

Con 8,8 millones de votos (traducidos en un 54% del total), İmamoğlu se erigía como jefe municipal de la ciudad más emblemática de su país. Aquel hombre de origen humilde y temperamento campechano (“El hombre que siempre quiere quedar bien” tituló sobre él El Mundo), alzaba el puño ante el régimen despiadado de Erdogan. El carismático político se ha alzado también como el guardián del Estado de Derecho y la democracia de su país. “Continuaremos vigilando que el reloj democrático de Turquía siga funcionando”, expresó tras haberle ganado por nada menos que un 9% nuevamente a Binali Yildirim.

Hasta hace poco desconocido, en cuestión de meses este hombre se ha convertido en la esperanza de los turcos contra la dictadura de Erdogan y sus huestes. İmamoğlu parece haber abierto una nueva era en la política turca. @mundiario

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