El Ejército de Irak llega a Mosul, última fortaleza del Estado Islámico

Ejército de Irak.
Ejército de Irak.

Las Fuerzas Armadas han dejado ambigüedades respecto a su posición aunque se estima que, tras dos semanas de combate, están a nada de entrar al cuartel general de ISIS.

El Ejército de Irak llega a Mosul, última fortaleza del Estado Islámico

Dos semanas se tardó el Ejército de Irak en llegar a Mosul, la segunda ciudad más importante de su país y en el que el ISIS ha levantado su último gran campamento. No obstante, las Fuerzas Armadas no han dejado al 100% claro cuál es su posición exacta. Es decir, la división llamada Fuerza Antiterrorista comunicó que los pelotones estaban ya a las puertas de la mencionada ciudad, mientras que un oficial de la misma división dijo que estaban en realidad a 700 metros. Con todo y eso, lo cierto es que el Ejército ha dado el primer paso para expulsar al Estado Islámico de Irak y Siria (ISIS, por sus siglas en inglés) de su último gran feudo.

"Han entrado en Mosul", celebró Wisam Araji, de la Fuerza Antiterrorista, la cual recibió entrenamiento de oficiales de los Estados Unidos. "Ahora están luchando en el barrio de Al Karama", añadió en alusión a uno de los barrios de la ciudad. Su anuncio se realizó desde la aldea de Bazwaia, la cual había sido recuperada en horas de la mañana.

Sin embargo, la discordia vino poco después. El comandante antiterrorista Abdelwahab al Saadi aseguraba que sus hombres no habían entrado todavía a la ciudad. "No hemos entrado en Al Karama, nuestras fuerzas están a 2,5 kilómetros de allí, en la aldea de Gogjali", avisó a la prensa francesa. Al tomar Gogjali, aseguró otro oficial, estarían a apenas 700 metros de Mosul.

Cual sea la verdad de las dos versiones, lo cierto es que las dos semanas de operaciones empiezan a dar sus resultados. Aun si están efectivamente a 700 metros de la ciudad, la entrada a la misma es cuestión de horas o cuando mucho unos pocos días en caso de que las Fuerzas Armadas decidan esperar a que sus hombres aprieten más el cincho con el que están rodeando al cuartel general del estado sui generis.

Es más, este reciente adelanto se da apenas seis días después de que Fuerza Antiterrorista anunciara una pausa el 25 de octubre. Su intención era darle tiempo a los escuadrones asignados para entrar a Al Shura para que lograran su cometido, lo cual se consiguió el pasado fin de semana. Aparte de eso, las Unidades de Movilización Popular (UMP), milicianos, abrieron un frente al este del país con la intención de tapar las válvulas de escape de los miembros del ISIS hacia Raqqa, en Siria.

Pero el panorama cambiará por completo una vez que el combate se traslade a Mosul. Los soldados pasarán de los enfrentamientos a campo abierto, como los de las llanuras de Nínive, a luchar entre las calles de una ciudad en la que no caben los grandes transportes ni tanques. El combate se definirá con estrategias de guerrilla, un terreno obviamente hecho a la medida de los integrantes del Estado Islámico. A eso debe unirse el peligro que correrá la población del lugar, estimado en unos 800,000 y 1.5 millones de personas, más los secuestrados de otras partes que serán usados por los terroristas como escudos humanos.

La participación de la UMP causa serios recelos entre los habitantes mosuleños. En gran parte se debe a que la mayoría de sus miembros son chiítas (por cuestiones demográficas, la mayoría de ellos son de esa denominación), así como sus nexos con Irán, principal caudal de dinero y armamento. Pese a que el Gobierno las ha incluido dentro de su organigrama, la población continúa percibiéndolas como un servicio a las órdenes de las autoridades iraníes.

Desde que asumió como Primer Ministro, Haider al Abadi ha insistido en que la recuperación de Mosul sería labor exclusiva del Ejército. La sensibilidad en el área donde está Mosul divide aun más la relación entre suníes y chiníes. La capital de Nínive, por su parte, siempre fue una ciudad de mente más abierta, en el que las iglesias cristianas compartían calles con las mezquitas, al tiempo que en su territorio vivían turcómanos, yazidíes o shabaks.

El interés de Turquía en participar de estas operaciones es algo simbólico. Pese a que Bagdad se ha opuesto deliberadamente en su inclusión, Ankara ha advertido que no se reservarán nada si se llega a hacer cualquier daño a los turcómanos de Tell Afar, lugar en donde las UMP se han desplegado.

Aparte de eso, Mosul se encuentra muy cerca de Kurdistán, por lo que es un punto esencial para que las autoridades de Erbil marquen territorio. Con todo y que los líderes kurdos han reiterado que no tienen ningún interés específico sobre la ciudad, lo cierto es que tampoco han ocultado nunca que esperan que la misma llegue a tener un gobernador que favorezca a sus intereses. Los kurdos han aprovechado el caos sembrado por las movilizaciones del ISIS para hacerse con el control de áreas en disputa que superan los límites establecidos por la Constitución de Irak, como Kirkuk, región petrolera.@hmorales_gt

 

 

 

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