El Ejecutivo cierra filas y se niega a declarar sobre el escándalo de Moix

Soraya Sáenz en el Congreso. / Twitter.
Soraya Sáenz en el Congreso. / Twitter.

El Gobierno carga toda la responsabilidad al fiscal general del Estado. Mariano Rajoy y Dolores de Cospedal se niegan a decir nada al respecto.

El Ejecutivo cierra filas y se niega a declarar sobre el escándalo de Moix

El Gobierno tiene ya de por sí bastantes problemas y parece que muchos de sus miembros estrella no están dispuestos a colaborar con la causa de rescatarlo de su cada vez más sonrojante situación. El nuevo escándalo gira en torno a Manuel Moix, fiscal en jefe de Anticorrupción, quien posee desde hace décadas una sociedad offshore en Panamá. La noticia corrió este martes y volvió a despertar los anticuerpos contra La Moncloa. El Ejecutivo no quiere jugar con fuego y asegura que respeta la autonomía del Ministerio Fiscal. Rafael Catalá también se desmarcó y dijo que a quienes les corresponde proponer un expediente es al fiscal general del Estado, no a él y sus compañeros de Gobierno. En tanto, Mariano Rajoy y Dolores de Cospedal, presidente de Gobierno y ministra de Defensa, respectivamente, prefieren guardarse sus comentarios.

"Cuando se trata de nombramientos de la Fiscalía, es a la Fiscalía a quien le corresponde esos nombramientos y las situaciones administrativas que afectan a los fiscales", dijo por su parte Soraya Sáenz de Santamaría, vicepresidenta del Gobierno.

Al ser interrogada sobre si el Gobierno mantiene su confianza en Moix, la número dos de Rajoy tan solo dijo que el Ejecutivo "ya se ha pronunciado sobre ese punto".

Con todo, la vicepresidenta ha dicho ante los periodistas que los nombramientos son responsabilidad de la Fiscalía. "Para el Gobierno son nombramientos que, una vez que el Consejo Fiscal pone en marcha, lleva a cabo y nosotros respetamos esa autonomía del Ministerio Fiscal en todo momento".

En la misma línea se mostró Catalá. El jefe de la oficina de Justicia ha dicho que Moix ha brindado "toda la infromación" del origen de su patrimonio y aclaró que es José Manuel Maza, fiscal general del Estado, quien debe promover un expediente para destituirlo. Aparte, Catalá aseguró que Moix no tiene su actual cargo solo "por la confianza del Gobierno".

Al ser interrogado sobre si debe seguir al frente de la Fiscalía Anticorrupción y si mantiene su confianza en él, el ministro pasó de halagos y tiró la responsabilidad a Maza. "No es un nombramiento de confianza y no está puesto ahí por la confianza del Gobierno. Por tanto, no es una cuestión de confianza su mantenimiento o no. Es al fiscal general del Estado al que corresponde en su caso proponer un expediente para remover al señor Moix", aclaró.

Rajoy pasa de declaraciones

El presidente no ha dicho ambigüedades ni tampoco ha descargado responsabilidades a otros. Simplemente ha pasado de hablar. "Nosotros respetamos el resto de las instituciones del Estado en su propia organización", dijo su vicepresidenta en alusión a que La Moncloa no habla de cosas que no sean de La Moncloa.

Lo único que ha dicho Rajoy respecto a este tema es que "sí", confía todavía en Moix. Ese "sí" fue literalmente todo lo que dijo al ser preguntado en Portugal si respetaba la confianza que ha tenido hasta ahora en el trabajo del fiscal.

Dolores de Cospedal, en cambio, no ha tenido tiempo para ambigüedades tan siquiera y simplemente no ha querido decir nada al respecto cuando llegó a la sede del Congreso este miércoles.

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