Un editorial de El País sobre el independentismo catalán habla de fantasmas dictatoriales

Una imagen televisada de la Cataluña rota. / Twitter
Una imagen televisada de la Cataluña rota. / Twitter

El espectáculo ofrecido por la (exigua) mayoría parlamentaria independentista (representativa de una minoría de votos populares) y por la presidenta de la institución, no solo es que fuera "atropellado, vergonzoso y atrabiliario" en su intento de "aplastar a la oposición".

Un editorial de El País sobre el independentismo catalán habla de fantasmas dictatoriales

El Parlamento de Cataluña aprobó este miércoles la ley diseñada para dar amparo legal a la convocatoria de referéndum del próximo 1 de octubre. Los 72 diputados independentistas votaron favorablemente a la norma, mientras que los miembros de Ciutadans, PSC y PP abandonaron antes el hemiciclo. Catalunya Sí que es Pot –dividida– ha optado por la abstención.

Según el editorial del diario El País, el espectáculo ofrecido este miércoles por la (exigua) mayoría parlamentaria independentista (representativa de una minoría de votos populares) y por la presidenta de la institución, Carme Forcadell, no solo es que fuera "atropellado, vergonzoso y atrabiliario" en su intento de "aplastar a la oposición", a los millones de votantes que esta representa, y por tanto al Estado de derecho y al sistema democrático en su conjunto. "Es que supuso el reverso de la pulcritud, el respeto a la legalidad y la transparencia que prometía", concluye el diario de Prisa.

El intento de someter a los diputados de la oposición y partir en dos a la Cámara (y, por tanto, romper también en dos frentes a la entera Cataluña, observa El País) provocó "una dignísima respuesta" de las minorías. "Y evidenció los malos y abruptos modos, excluyentes, autoritarios y de escasa urbanidad que la mayoría, el grueso de la Mesa y la presidencia dispensaron a aquellos en quienes confiaron más de la mitad de los electores", señala también el diario líder de la prensa española.

El veto de la Mesa a la solicitud de un dictamen de constitucionalidad al Consell de Garanties Estatutàries supone para el diario de Prisa "un inaceptable recorte de los derechos de los representantes democráticos" y "un atentado contra la propia normativa estatutaria", como certificó también un breve pero solemne acuerdo del propio organismo: la respuesta de la Mesa de que la mayoría de escaños prevalece sobre todo lo demás (como los organismos para su control) concita fantasmas dictatoriales. "Aquellos que reducen primero la soberanía popular en hegemonía de la Cámara y acaban jibarizándola a su mayoría circunstancial", concluye el editorial de El País.

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