¿Dónde están los 43 jóvenes mexicanos del caso Iguala?
Forenses argentinos niegan que en el basurero donde detenidos declararon incinerar a los estudiantes, se hayan quemado a los 43 jóvenes, pero descubren partes de cuerpos de otras personas.
43 estudiantes asesinados violentamente, posiblemente incinerados vivos, o desaparecidos y con vida. Se trata de lo que se conoce como el caso Iguala, en México. A petición de las familias de estos 43 jóvenes, el Equipo Argentino de Antropología Forense, EAAF, ha realizado investigaciones en el basurero del pueblo de Cocula, en Guerrero, donde, según la versión oficial de sicarios arrestados del cartel de Guerreros Unidos, quemaron allí a los 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural “Raúl Isidro Burgos".
Pero los resultados de estos análisis de campo han dejado más preguntas que respuestas. “No hay evidencia de incendio en el sitio. Al menos de un incendio de las características necesarias para quemar a 43 personas”, ha sido la conclusión de EAAF. Aún más, ni de 43 personas ni de menos. Es decir, Bernabé Sotelo Salinas, alias El Peluco y detenido en relación a la desaparición de estos estudiantes, declaró hace unas semanas, según han publicado diferentes medios locales por medio de filtraciones de la Procuraduría General de la República de México (PGR), que al menos 19 estudiantes llegaron a la parte baja del basurero, no 43 como se dijo, pero EAAF hace referencia en los resultados de sus análisis que en ese basurero no se han quemado ni a 43 ni a 19. La razón que alegan es que un fuego que pulveriza 43 cuerpos habría dejado un rastro distinto al que ellos encontraron. De acuerdo a la hipótesis inicial, existió un gran fuego en el basurero que pulverizó los restos de 43 personas. Una hoguera así es muy caliente en su núcleo y va enfríandose hacia la periferia. Eso implica que los fragmentos óseos encontrados en el núcleo del supuesto fuego deberían estar más quemados y los de la periferia menos. Sin embargo, los peritos comprobaron que había trozos de hueso muy quemados y menos quemados mezclados, indistintamente, en todas las cuadrículas de la retícula principal.
Lo que han encontrado los forenses argentinos son trozos de huesos y piezas dentales que, estas últimas, no se corresponden con las de ningún estudiante desaparecido, sino que se son de otras personas, pudiendo ser alguna correspondiente a las 300 denuncias de despariciones en la zona que aún no se han resuelto. Los forenses de la EAAF pueden haber se topado con un caso dentro del actual caso abierto de Iguala.
