Donald Trump y su política exterior: una mezcla de aislacionismo y mano dura

Donald Trump. / rawstory.com
Donald Trump. / rawstory.com

El magnate de negocios y posible nominado por el partido republicano dio a conocer su doctrina en política exterior que cae entre el aislacionismo, nacionalismo y mano dura.

Donald Trump y su política exterior: una mezcla de aislacionismo y mano dura

Luego de arrasar en el último supermartes dónde obtuvo los delegados de 5 estados, Donald Trump, expuso el miércoles en Washington su doctrina en política exterior. Todo resumido en el slogan de los años 40 del líder aislacionista, Charles Linderbergh, "America first"  que quiere decir América primero. Así es como el magnate inicia con una mezcla de aislacionismo y mano dura que demostró su propuesta más contradictoria hasta el momento.

Por un lado defendió una política agresiva y por otro un repliegue estratégico ya que reprendió a los aliados de la OTAN por no  gastar lo suficiente en Defensa llegando al punto de amenazar con retirar la ayuda estadounidense, pero después expresó sus deseos de llevarse bien con los aliados árabes, China y Rusia.

Además atacó abiertamente la política que Barack Obama ha implementado durante su mandato. "Hoy, nuestra política exterior es un desastre total y completo", dijo Trump, que retrató a Estados Unidos como una potencia a la que nadie respeta.

Según el republicano, Estados Unidos debe ser el primero en todo, no rigiéndose por una ideología sino más bien por las conveniencias. Su mensaje presenta un nacionalismo populista, "en comercio, en inmigración, en política exterior: los empleos, los ingresos y la seguridad del trabajador estadounidense siempre serán mi primera prioridad (...) nunca volveremos a someter a este país, a este pueblo, a los cantos de sirena del globalismo". Pero también llega al extremo de prometer la derrota del Estado Islámico, "sus días están contados" expresó. No obstante aseguró que "al contrario de otros candidatos a la presidencia, la guerra y la agresión no es su primer instinto. "Una superpotencia sabe que la cautela y la contención son señales de fortaleza (...) aunque no formaba parte del Gobierno, estuve totalmente en contra de la Guerra de Irak, y dije durante muchos años que desestabilizaría Oriente Medio", declaró.

Comentarios