Donald Trump, Vladimir Putin y las idas y venidas respecto a la trama rusa

El presidente de Estados Unidos ha dicho que cree en lo que dicen las agencias de inteligencia respecto a la injerencia de Rusia en las pasadas elecciones, pero también en la palabra de su homólogo ruso Vladimir Putin, que señala que todo es falso.
La trama rusa va y viene, y con ella la postura de Donald Trump. El presidente de Estados Unidos ha dicho este sábado tras una breve conversación en Danang, Vietnam, que cree en la palabra de su homólogo ruso Vladimir Putin, quien asegura que la injerencia de Rusia en las pasadas elecciones norteamericanas es una completa farsa. Una versión que da una bofetada a la investigación desarrollada por la CIA, el FBI y la NSA, que sostiene todo lo contrario.
Pero al parecer el mandatario norteamericano no está del todo claro en su posición. Al menos así ha quedado demostrado luego de una rueda de prensa junto al presidente vietnamita, Tran Dai Quang, este domingo, en la que el republicano prefirió corregir el tiro anterior y decir que tiene fe en la versión de sus agencias de inteligencia. “Si creo o no creo, estoy con nuestras agencias… Creo lo que dicen las agencias de inteligencia”, dijo Trump, mientras abría paso a la confusión.
El asunto se enreda, pues apenas un día antes el magnate neoyorquino había sostenido una postura que desacreditaba a su servicio de inteligencia y daba palmadas en la espalda al enemigo. “Me dijo que no había interferido. Le pregunté otra vez. Me respondió que en absoluto. Él no hizo lo que dicen que hizo. Cada vez que me ve, me dice ‘yo no lo hice’ y yo realmente creo que lo dice de veras”, explicó Trump sobre su encuentro con Putín.
Siguiendo el mismo libreto se expresó el líder del Kremlin, que unas horas después compareció ante los medios rusos: “Me he pronunciado muchas veces sobre esta cuestión. Considero que todo lo que está relacionado con el así llamado dossier ruso en EEUU es la manifestación de las continuas luchas internas en ese país. No sé nada de eso, absolutamente nada. Es charlatanería”.
Sin embargo, los informes de las agencias de inteligencia demuestran todo lo contrario. La extensa investigación de la CIA, el FBI y la NSA, ha revelado que Putin ordenó una gigantesca operación de intoxicación y propaganda para evitar que la candidata demócrata, Hillary Clinton, ganara la carrera hacia la Casa Blanca. “Vladímir Putin ordenó una campaña en 2016 contra las elecciones presidenciales de Estados Unidos. El objetivo de Rusia era socavar la fe pública en el proceso democrático, denigrar a la secretaria Clinton y dañar su elegibilidad y potencial presidencia. Putin y el Gobierno ruso desarrollaron una clara preferencia por Trump”, sostiene el documento redactado por las agencias de seguridad.
El escándalo ha subido como la espuma en los últimos meses y la lista de implicados no deja de crecer. Dentro del pantano político no solo se han hundido figuras de peso dentro de la administración de Trump, también han sido salpicadas las redes sociales y los titanes de la red Facebook, Twitter y Google.
Pero a Trump realmente parece importarle poco lo que digan sus agentes y lo que haya ocurrido. Si fue Putin o no, ¿ya qué? Es la nueva postura que ha adoptado el mandatario. No vale la pena emprender una guerra contra Rusia. Todo lo contrario. Lo conveniente es tener a Vladimir Putin como aliado. “Tenemos que colaborar con ellos para hacer frente a situaciones como la de Siria, Corea del Norte o el terrorismo”, subrayó el presidente estadounidense. “Llevarse bien es algo bueno, no es algo malo”, agregó.
Mientras, en el otro extremo, desde Estados Unidos se ha condenado la “traición” del líder republicano. “El presidente recibió pruebas claras e indisputables de que Rusia interfirió en las elecciones. Sus propios directores de la CIA y de la Inteligencia Nacional han confirmado los hallazgos en el informe de la comunidad de inteligencia. El hecho de que crea en la palabra de Putin por encima de la comunidad de la inteligencia es antiético”, sentenció el exdirector de la Agencia de Inteligencia de Defensa (DIA), James Clappe. Aunque probablemente esto también le importe poco al polémico Donald Trump. @mundiario