Donald Trump, Theresa May y una inesperada guerra a causa de la islamofobia 

Donald Trump, presidente de Estados Unidos y Theresa May, primera ministra británica. / upost.info
Donald Trump, presidente de Estados Unidos y Theresa May, primera ministra británica. / upost.info

El presidente de Estados Unidos y la primera ministra británica han protagonizado una nueva disputa en la red social Twitter.

Donald Trump, Theresa May y una inesperada guerra a causa de la islamofobia 

Donald Trump sigue sumando enemigos. El presidente de Estados Unidos ha vuelto a protagonizar una batalla en la red social Twitter y ha agregado un nuevo nombre a su lista negra: Theresa May. El mandatario republicano ha atacado a la primera ministra británica luego de que la líder de los tories lo criticase por alimentar la islamofobia en la plataforma del pájaro azul.

La disputa comenzó este miércoles, cuando el jefe de Estado norteamericano dejó ver una vez más su química con la extrema derecha. El inquilino de la Casa Blanca retuiteó desde su cuenta tres vídeos islamófobos que habían sido publicados por Jayda Fransen, la líder del grupo ultranacionalista británico, Britain First, que se ha dado a conocer por difundir contenidos xenófobos en las plataformas digitales. Y con ello abrió la puerta a la guerra contra los británicos.

Los audiovisuales en cuestión muestran distintas situaciones violentas. En el primero de ellos un grupo de personas, con una bandera del ISIS, supuestamente empuja a un niño desde lo alto de una azotea. En el segundo, un hombre destruye estatua de la Virgen María mientras recita algunas palabras en árabe. Y en el tercero vemos como un joven golpea de manera violenta y sin motivo aparente a un chico blanco.

 

 

 

Sobre la procedencia de las grabaciones y la identidad de quienes aparecen en ellas, de momento, se desconocen mayores detalles, salvo que el agresor del joven con muletas había nacido y crecido en Holanda y que había cumplido condena por su acto, tal como informó la Embajada de Holanda en EE UU este miércoles a través de su cuenta de Twitter. "Los hechos sí importan. El perpetrador del acto violento de ese vídeo nació y creció en Holanda. Fue condenado y completó la condena impuesta bajo la ley holandesa", expone el tuit.

Por supuesto, tal como era de esperarse, el hecho de que el líder de la primera potencia del mundo apoyara este tipo de comportamientos contra los musulmanes, aunque sea solo con la reproducción de contenido, ha despertado la indignación global y especialmente la de la comunidad británica.

A las críticas se sumó rápidamente la voz de Jeremy Corbyn, el líder del laborismo británico, quien tajantemente señaló: "Espero que nuestro Gobierno condene los retuits de extrema derecha de Donald Trump. Son abominables, peligrosos y una amenaza para nuestra sociedad".

Y como si de una orden se tratase, horas más tarde, la líder de los tories atendió al pedido. "Los británicos rechazan unánimemente la retórica sesgada de la extrema derecha, que es la antítesis de los valores que este país representa: decencia, tolerancia y respeto. Es un error que el presidente haya hecho esto", han asegurado en Downing Street, el despacho oficial de May.

Pero Trump, fiel a sus costumbres, no pretendía pasar por alto el cuestionamiento de Londres y por eso decidió añadir más picante al asunto. "Theresa May, no se centre en mí, céntrese en el terrorismo islámico radical que está teniendo lugar en Reino Unido. ¡A nosotros nos va bien!", respondió el magnate neoyorquino.

 

La polémica ha llamado especialmente la atención, sobre todo porque EE UU y Reino Unido han mantenido una “relación especial” desde hace muchos años. May fue la primera mandataria en visitar al nuevo presidente en la Casa Blanca y en la reunión, incluso, invitó a Trump a visitar la nación británica. Sin embargo, teniendo en cuenta que el republicano parece tener como norma principal echar abajo todo lo que sus antecesores han construido, no resultaría una sorpresa que, de un momento a otro, uno de los mayores aliados de EE UU en el mundo se convierta en su próximo enemigo oficial. @mundiario

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