Donald Trump proclamó este lunes al general jubilado John Kelly como director del Departamento de Seguridad Nacional. El equipo de transición del presidente electo aseguró en un comunicado que el veterano con 45 años de experiencia "encabezará la urgente misión de detener la inmigración ilegal y asegurar nuestras fronteras", al igual que "dinamizará la seguridad en el transporte y mejorará los vínculos entre la Inteligencia de Estados Unidos y la policía".
Para el empresario, el general es "la persona adecuada para encabezar la misión urgente de frenar la inmigración ilegal y garantizar la seguridad de nuestras fronteras (...) mejorar la coordinación entre nuestras agencias de Inteligencia y seguridad", dijo. Según su criterio, con Kelly como jefe del departamento "los estadounidenses tendrán a un líder comprometido con nuestra seguridad así como a una persona que trabajará mano a mano" con los cuerpos y fuerzas de seguridad".
Kelly ha emitido un comunicado en el que ha incidido en que los votantes de noviembre ejercieron su derecho para "detener el terrorismo, recuperar la soberanía en nuestras fronteras y acabar con lo políticamente correcto que durante demasiado tiempo ha dictado nuestro enfoque de seguridad nacional". "Afrontaré esas cuestiones con seriedad y con un profundo respeto de nuestras leyes y la Constitución", prometió el castrense retirado.
Hasta enero, Kelly estuvo a cargo del Comando Sur de Estados Unidos, que entre otras tareas supervisa el área que abarca toda América Latina al sur de México y el Caribe. Durante su gestión, participó en la respuesta de la Administración actual a la crissi causada por la ola de menores inmigrantes en el verano de 2014. Sus discursos siempre iban cargados por la particular atención que le daba a que grupos terroristas usasen las rutas de los traficantes de seres humanos "con la intención de causar grave daño a los ciudadanos -de Estados Unidos- o incluso traer armas de destrucción masiva a Estados Unidos".
Kelly considera que su país comete el error de dar por hecho que el Hemisferio Occidental, llamado así por Washington, es una región más o menos estable y que no representa ningún peligro para Estados Unidos, que tiene sus temores puestos en Oriente Próximo y Asia. "Los tentáculos de las redes globales implicadas en el tráfico de narcóticos y de armas, en el contrabando de seres humanos, y en otros tipos de actividad ilegal, se extienden por América Latina y el Caribe, y hasta Estados Unidos, y, sin embargo, continuamos subestimando la amenaza del crimen organizado transnacional, lo que pone en riesgo nuestra seguridad y la de nuestros socios", dijo el año pasado.
Este marine nació en Boston en 1950. En su momento estuvo a cargo de la prisión de Guantánamo. Defendió que en la cárcel situada en una base naval en Cuba, se respetaban los derechos humanos, y nunca aceptó el proyecto de Obama de cerrarla. También discrepó del actual presidente por incluir a mujeres en posiciones de combate de las fuerzas armadas.
Ahora, Kelly será responsable de poner en práctica parte de la política migratoria de Trump. La construcción del famoso muro en el borde con México y la deportación masiva de inmigrantes sin documentos -los dos pilares de la campaña del republicano- serán tarea suya.
El nombramiento de Kelly refuerza el séquito militar de la futura administración de Washington. Su hijo, con quien compartía profesión, murió en Afganistán en 2010. No es raro que generales retirados opten y gocen de cargos relevantes, pero sí lo es que haya tantos en un mismo Gobierno. Los tres generales nombrados hasta elmomento tomarán oficinas importantes en la estructura de la seguridad nacional. Durante la última administración de Barack Obama, los tres eran civiles. @hmorales_gt