Donald Trump y Kim Jong-Un, lejos de firmar la paz

Kim Jong-un, dictador norcoreano, y Donald Trump, presidente de EE UU. / RR SS
Kim Jong-un, dictador norcoreano, y Donald Trump, presidente de EE UU. / RR SS

El presidente de Estados Unidos y el líder supremo de Corea del Norte han protagonizado un nuevo cruce de insultos este fin de semana. Pyongyang continúa amenazando con la destrucción total.

Donald Trump y Kim Jong-Un, lejos de firmar la paz

La guerra está declarada. El “esfuerzo” de Donald Trump por resolver el conflicto por medio de una negociación ha sido en vano. Este fin de semana el presidente de Estados Unidos y el líder supremo de Corea del Norte, Kim Jong-Un han reabierto su eterna batalla verbal y han protagonizado un nuevo cruce de insultos. La tensión sigue creciendo. Mientras, Pyongyang, continúa manteniendo la destrucción nuclear como objetivo.

La nueva retahíla de ataques personales ha tenido lugar en la recta final de la gira del mandatario estadounidense por Asia, con la que buscaba fortalecer alianzas para estrechar el cerco a Pyongyang y poner freno a su acelerado programa balístico y nuclear. Trump había permanecido en silencio, pero este sábado no pudo resistir más.

A través de su cuenta en la red social Twitter, como se ha hecho costumbre, el republicano tachó de "gordo y bajo" a su enemigo favorito. "¿Por qué Kim Jong-un me insulta llamándome "viejo", cuando yo NUNCA le llamaría "bajo y gordo"? ¡Ah bueno, intenté mucho ser su amigo, y quizás algún día lo conseguiré!", escribió el jefe de Estado.

 

El mensaje de Trump saltó al frente como respuesta a un comentario publicado esta semana por el periódico comunista estatal Minju Joson. "Estados Unidos debe expulsar al viejo lunático del poder y detener de inmediato la política hostil hacia la República Popular Democrática de Corea", decía la publicación, que al parecer no ha hecho mucha gracias al magnate neoyorquino.

Las aguas parecían haberse calmado, pero los líderes se han encargado de recordarnos que pese a su “buena voluntad”, están lejos de firmar la paz. El propio Trump había bajado la guardia esta semana en su visita a Corea del Sur, e incluso había puesto sobre la mesa una posible negociación con la nación norcoreana, con el fin de salir del conflicto por la vía diplomática.

Sin embargo, a estas alturas y teniendo en cuenta la actitud desafiante de los protagonistas, esa posibilidad parece estar desdibujada del panorama. El ataque al enemigo sigue siendo el libreto a seguir. Así lo dejaron claro Donald Trump y Kim Jong-Un desde el principio. Luego se dijeron “hombre cohete” y  “viejo chocho americano”. El resto es historia. @mundiario

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