Discursos tallados a gusto de los independentistas que sonaban a maraca y merengue

Los ex presidentes Maragall y Zapatero.
Los ex presidentes Maragall y Zapatero.

"Y ahora estamos con los rulos, sin peinar y con los pelos como escarpias.... Pero nunca es tarde si la dicha es buena", comenta esta autora en un nuevo artículo.

Discursos tallados a gusto de los independentistas que sonaban a maraca y merengue

"Y ahora estamos con los rulos, sin peinar y con los pelos como escarpias.... Pero nunca es tarde si la dicha es buena", comenta esta autora en un nuevo artículo.

Hace unos cuantos años, día sí y día también, advertía a propios y a extraños sobre la deriva que estaba tomando la problemática catalana. Predicando en el desierto. Por aquel entonces aquellas incoherentes y edulcorantes frases que soltaba el ex presidente de Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero, afirmando que España “una nación de naciones”, dispararon aún más mis alarmas. Era la continuación de pactos con amenazas incluidas y en otras ocasiones silencios cuyo título de la película es La Secesión.

En medio de todo ello saltaba al ruedo el también ex presidente Felipe González con su don de gentes acaparando  la atención, y barruntaba sobre esta comunidad autónoma diciendo que “Cataluña es uno de esos sujetos políticos no estatales, llamadas naciones sin Estado…", tal y como publicaron varios medios de comunicación en el 2010, según informó MUNDIARIO.

Soltaban el speechs y se quedaban tan panchos a la espera de aplausos, condecoraciones o colocación de su busto, dado el narcisimo que rodea a algunos  personajes una vez que pisan moqueta monclovita.

Disertaban, hablaban, oraban... al fin y al cabo tenían aun grupo de fans que les seguían boquiabiertos por  su labia y desparpajo. Sin darse cuenta que con su verbo y porque no decirlo, con el carisma del que gozaba F.G, estaba sembrando un campo de minas que no ha parado de crecer y crecer. Y el tiempo da una vez más la razón, aquellos vocablos altisonantes, aquellas frases grandilocuentes sonaban a maraca y a merengue. Aquellos discursos tallados a gusto del consumidor independentista contribuyeron a levantar estas mimbres, que hoy, sea como sea, los que nos sentimos españoles, amamos Cataluña, y llenamos la cesta de la compra con sus cientos de productos, intentaremos derribarlas, desenmascarando los cuentos, las farsas y el circo que por acción y otros por omisión permitieron.

Por entonces también creyeron que las “visitas clínicas” por el Tribunal Constitucional frenaría las ansias de grandezas de los secesionistas. Como dice un famoso periodista, aún están “peinando” el referéndum. Se jugó con fuego, y unos y otros utilizaron mangueras trucadas o sin agua. Mientras el pueblo español asistía  a este partido sin árbitros, ni redes. Mientras en las gradas  ondeaban banderas varias y variopintos gritos que cruzaban atronando el estadio sin ley, orden ni  concierto.

Y ahora estamos con los rulos, sin peinar y con los pelos como escarpias. Páginas de la Constitución destrozadas en el “sagrado templo”  de la representación de España, e intentando apurar la jugada para meter el gol en la portería de España. Nunca es tarde si la dicha es buena, y urge salir del armario a todos aquellos que por error nos metieron, a los empresarios y ciudadanos que dieron la callada por respuesta para apagar este inmenso incendio. Llegará el momento de buscar culpables, ahora es el momento de que el día 27 no se sature el muro de las lamentaciones y no se produzca una estampida.

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