La mayoría de la dirección del PDeCat quiere atajar la crisis con otro sacrificio de Mas

Artur Mas. / ejecentral.com
Artur Mas. / ejecentral.com

“Hay que matar de nuevo al padre, pero no sabemos cómo”, señalaron a La Vanguardia fuentes de la dirección de la formación heredera de CDC que ven “inviable” la continuidad de Artur Mas, como en su día ya hicieron con Jordi Pujol, ambos ex presidentes de la Generalitat.

La mayoría de la dirección del PDeCat quiere atajar la crisis con otro sacrificio de Mas

Ocho meses después del congreso fundacional del PDeCAT –antes Convergència Democràtica de Cataluña (CDC)–, la formación se encuentra inmersa en una profunda crisis a raíz del juicio del caso Palau y el acoso judicial por el caso 3%. La dirección del PDeCAT ve inviable que siga Artur Mas, su líder y ex presidente de la Generalitat.

La Fiscalía Anticorrupción lo tiene claro: el diputado Germà Gordó era el "recaudador" o "conseguidor" de las comisiones ilegales que distintas empresas adjudicatarias en Cataluña pagaban a CDC. Gordó, hombre de la máxima confianza del expresident Artur Mas, es "la persona de contacto" de los contratistas y la Administración e intervino "decisivamente" en al menos cinco adjudicaciones públicas, informa El País.

La mayoría de la dirección del PDeCat quiere atajar la crisis con un nuevo sacrificio del líder, Artur Mas. “Hay que matar de nuevo al padre, pero no sabemos cómo”, señalaron a La Vanguardia fuentes de la dirección de la formación heredera de CDC que ven “inviable” la continuidad de Mas, como en su día ya hicieron con Jordi Pujol.

Para la nueva dirección, los testimonios del caso Palau y las declaraciones de Fèlix Millet y Jordi y Gemma Montull así como las investigaciones del caso 3%, comprometen la consolidación del nuevo partido, no permiten el crecimiento de Marta Pascal y David Bonvehí como colíderes del partido, fagocitan el proceso soberanista y debilitan la posición del PDeCat en JxSí facilitando la pinza de ERC y la CUP sobre los planteamientos de los diputados de la nueva formación.

Los matices, imprescindibles para comprender Cataluña

En las elecciones de septiembre 2015, los partidos que en su programa incluían de forma inequívoca la propuesta de independencia obtuvieron el 47’8% de los votos. Las formaciones que no recogían esta vía o la rechazaban de plano se hicieron con más del 50% de los sufragios. El independentismo no triunfó, pero dio pie a una mayoría parlamentaria pro-soberanista, recuerda el director adjunto de La Vanguardia, Enric Juliana.

La diferencia entre ambos bloque es mínima: 10.000 votos separan en los momentos de mayor polarización ambas posiciones. Todo intento de forzar la máquina aviva la contradicción entre la mayoría parlamentaria y la mayoría de votos no independentistas en la sociedad.

Los matices son tozudamente imprescindibles para comprender la situación política catalana, con toda la complejidad que alberga, advierte también el director adjunto de La Vanguardia, Enric Juliana.

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