La dificultad de encontrar un hueco para las noticias buenas y grandes

Amanecer en A Coruña. / Mundiario
Amanecer en A Coruña. / Mundiario

En un mundo donde pasan cosas buenas todos los días, donde la humanidad avanza a paso vertiginoso, nuestros políticos se empeñan en dejarnos sin aire hasta para respirar.

La dificultad de encontrar un hueco para las noticias buenas y grandes

El pasado siglo fue muy convulso, hubo cosas buenas y cosas malas, pero aún avanzando en dientes de sierra se lograron hitos espectaculares. La esperanza de vida subió de 32 años a 76 en España, la calidad de vida también mejoró gracias a nuevos fármacos que alivian los dolores y curan enfermedades. Otras están desaparecidas gracias a las vacunas ¿Dónde queda la viruela, la tosferina, la difteria, el tétanos, etc.? Aquellas epidemias que se llevaban millones de personas como si fuera una guerra mundial ya no existen, y sobre todo hemos terminado con las infecciones bacteriológicas, lo que supuso gracias a los antibióticos que hoy no tendría sentido escribir la Traviata. Y, al margen de lo físico, lo que para nuestro escritor y filósofo Bueno fue el gran avance del siglo, el hombre reconoció que el "otro" puede tener razón.

El siglo XXI arrancó lanzado. La esperanza de vida ya subió de los 76 años a los 83. No contentos con la curación de las infecciones, hemos empezado la cruzada contra los virus, así han caído la hepatitis C, y hasta el ébola con sus 18.000 muertos en el mundo, cifra que hoy causa estupor y hace poco solo sería una anécdota (el ISIS superará él solo esta cifra), un accidente de los que la naturaleza nos provee de vez en cuando. La esperanza de vida aumenta en el mundo a pasos agigantados, él hambre baja y las muertes por desnutrición se reducen. Hasta hemos convertido a los enfermos de sida en enfermos crónicos, y cánceries de los que se curaban el 8% se curan ahora el 80.  Podría seguir pero no me llegaría el espacio para tantos datos abrumadores. Lo más significativo es como aumenta la solidaridad, las ONGs, y hasta agrupaciones de súper millonarios están dejando entre el 50 y el 80% de su fortuna a fundaciones benéficas, aunque desgraciadamente en este caso no figuran españoles entre ellos.

Lo más bonito de la Humanidad es lo humana que se ha hecho, que ningún logró le parece suficiente y que está empeñada en seguir mejorando y ampliando los beneficios a más y más beneficiarios.

Lo más bonito de la Humanidad es lo humana que se ha hecho, que ningún logró le parece suficiente y que está empeñada en seguir mejorando y ampliando los beneficios a más y más beneficiarios. Cierto es que hay grupos reducidos comparado con la población mundial, aunque con mucha capacidad de hacer daño, que pretenden ir hacia atrás pero hasta eso nos hace crecer y seguir avanzando y arrinconando el mal en un empeño solidario.

Lo triste, lo muy triste, es que representantes elegidos por nosotros para administrar nuestra soberanía nos impidan disfrutar de todos los avances logrados y tengan una presencia constante en una lucha por el sillón recordando aquel juego infantil de "el que fué a Melilla perdió su silla", para no quedarse sin asiento, que trazan nuevas fronteras, y nos enfrentan unos a otros distrayéndonos de nuestro objetivos. El mundo es cada día mejor y nuestra clase política se está retrasando ¿Es tan dificil ver los resultados, los votos, en toda España y en Cataluña, sumarlos, asumirlos, y hacer cuanto antes un gobierno al servicio de todos y no para los suyos? ¿Cómo es posible que cuando la humanidad quiere avanzar codo a codo, nuestros representantes sean un freno? ¿Qué sentido es eso de que nuestros dos primeros partidos, los más votados, se nieguen a mantener una conversación? Hemos logrado formar las Cámaras gracias a Ciudadanos, pero Albert Rivera se queda solo cuando quiere sentar a todos a una mesa, buscar un consenso, lo que haya en común, para ponerlo en valor y evitar que este circo se prolongue. Basta de poses. El interés de España es el objetivo, y no ver quien presenta antes más propuestas y en menos tiempo, mientras preparan otras elecciones.

Queremos ver el paisaje, los logros de todos juntos, y solo necesitamos que los gobernantes lo sean de todos y no sólo de los que les han dado su voto. Queremos centrarnos en la puesta de sol convencidos de que el amanecer será aún mejor.

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