Una Diada con cinco interpretaciones y un solo desgobierno nacional

Cataluña y España. / fotolog.com
Cataluña y España. / fotolog

Los catalanes celebran fundamentalmente tres cosas, la Diada para recordar la caida de Barcelona en la Guerra de Sucesion, las victorias del Barça sobre el Madrid, y San Jordi.

Una Diada con cinco interpretaciones y un solo desgobierno nacional

Mientras Cataluña celebra su derrota el 11 de septiembre, España entera va camino de celebrar sus terceras elecciones en un año, que no deja de ser la celebración de otra derrota.

Los catalanes, aquellos que pedían hace cuarenta años "Libertad, Amnistía y Statut de Autonomía", los mismos que apoyaron mayoritariamente la Constitución, los mismos que apoyaron mayoritariamente la reforma del Statut de tripartito de Zapatero, y los mismos que enviaron a Artur Mas a Madrid para negociar la Reforma Fiscal, son los que ahora piden la independencia, no todos, ni siquiera una mayoría, pero si muchos. Sus enfados han sido sucesivos.

La primera reivindicacion la consiguieron ampliada pero no gustó que otras 16 Autonomías fuesen accediendo a privilegios similares y que el País Vasco y Navarra disfrutasen de unos Fueros otorgados hace siglos para contener  a los franceses mientras a Cataluña se les negaban por su pasado austricista. De eso hace mucho pero da pie a pedir el famoso "hecho diferencial". Menos gustó que el Statut aprobado por ambos Parlamentos y por referendum, fuese rechazado en varios puntos por el Tribunal Constitucional a instancias del PP. Ese hecho es el que hace la Diada multitudinaria y reivindicativa aunque esté en descenso, y el rechazo de hacer un pacto fiscal, también por el PP, es lo que llevó a Arturo Más a la locura que todavía está presente.

Cataluña toma estas rabietas de forma periodica, y siempre por razones relacionadas con la economía aunque desde Felipe V todas las politicas han primado a Cataluña sobre otros territorios, incluido la época de Franco. Creo recordar que fue en 1651 cuando Cataluña se levanta por un edicto de Felipe IV que obligaba  a los diferentes territorios a contribuir a la guerra con hombres de armas o dinero, algo que no gustó en Cataluña que solo contribuía al estado con el 2% pese a sus grandes posibilidades. Estos temas siempre se arreglaron negociando, y aunque Fernando el Católico era más partidario de primero golpear para fijar quien manda, y después negociar, los tiempos han cambiado y habrá que dar otra soloción más pacífica. El PSOE debería apoyar al PP en las acciones a tomar, y el PP apoyar al PSOE para encontrar una relación atrayente que relaje ese deseo de referéndum muy por debajo del 50%, porque un asunto tan complicado, con lo que se ha dicho en colegios y universidades, con las implicaciones que la mayoría desconoce, no es algo que pueda solucionarse con un sí o un no. Creo que todo será más fácil si esa mayoría hacen las paces y se comportan como estadistas, algo que parece muy difícil sin sumar a ese grupo a Ciudadanos que además de ser los jefes de la oposición en Cataluña, es el partido que aporta sensatez y quita crispación a la política. 

Dice Gabriel Tortella,  alguien nada dudoso por su objetividad como intelectual, que Pedro Sánchez,  al que llama "Pedro del Hortelano" por aquello de que ni gobierna ni deja gobernar, no tiene porqué apoyar a Rajoy por haber ganado las elecciones pero que no es quien para impedir la formación de gobierno por haberlas perdido con gran diferencia. Lo que si tenemos todos muy claro es que los votantes dan un mandato que debe ser obedecido y nadie puede decir ni pedir que rectifiquemos, y si alguien pasa por encima de los ciudadanos y vamos a las terceras elecciones, muy probablemente serán las de la abstención  récord y no cambien nada, excepto que el PP tenga aún más escaños y por lo tanto mayor poder de bloqueo. Hay 100 puntos en los que coinciden el PP, el PSOE y Ciudadanos, suficiente para reunirse y  usar una salida a la deriva catalana sin dejar fuera a nadie.

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