Desaprovechar la savia de la Constitución española resulta irresponsable

Ejemplar de la Constitución de España.
Ejemplar de la Constitución de España.

Si bien parece necesario ir pensando en determinados retoques en la Carta Magna, no se ve con tanta claridad su urgencia ni que este sea el mejor momento para hacerlo.

Desaprovechar la savia de la Constitución española resulta irresponsable

Las vías constitucionales, que Sáenz de Santamaría recomienda seguir a Arthur Mas son, ni más ni menos, las que tenemos que seguir y cumplir todos los españoles. Tampoco puede recomendarle al Gobierno Catalán otro camino, porque no lo hay. Ni lo pueden decidir solo los catalanes, como asegura cínicamente el propio presidente de la Generalitat. Cataluña es España y, consecuentemente, cualquier cosa que modifique ese status afecta a todos y cada uno de los españoles. Hoy la realidad es así y para cambiarla, también la Carta Magna tiene explicitado el camino. Por tanto, perder un minuto discutiendo si Moncloa es inmovilista o no; si tiene que buscar vías para encajar Cataluña dentro de España o debe estudiarse la postura federalista del PSOE, que tampoco gusta a los gobernantes catalanes, no deja de ser una de las muchas estupideces que jalonan la actualidad española.

 ¿Es este el momento más adecuado para cambiar la Constitución? Es posible que sea necesario retocar la Ley de nuestras leyes, adecuándola a la realidad actual, no para dar cobertura a los independistas o a los secesionistas, si no para todo lo contrario; porque no son tantos, por más que algunas encuestas los cifren a todas luces exagerados. Las encuestas, si están bien hechas en el campo y en la cocina, son una instantánea de un momento determinado que solo sirven para estudiar ese momento. Extrapolar a períodos más amplios sus resultados, puede acarrear grandes riesgos. De ahí que, si bien parece necesario ir pensando en hacer determinados retoques en la Carta Magna, no se ve con tanta claridad, en el panorama político español, su urgencia ni que este sea  el  mejor momento para hacerlo. Reformar la Constitución sin haber agotado sus posibilidades puede ser hasta irresponsable. Hay cambios necesarios, posibles en la misma, que tampoco se llevan a cabo.¿ Por qué?

Es posible que el Título VIII sea el más polémico y sobre el que se centre la mayoría de las miradas. Es lógico que así sea, porque la estructura del Estado que emana del mismo, está resultando económicamente insostenible y políticamente, desestabilizante. Y a  todos obliga encontrar ese equilibrio que permita poner punto final a la definición del Estado, para que aporte quietud al presente y  consolide el sistema en el futuro. No se puede tolerar que año tras año, siempre tenga que haber un presidente o vicepresidente, de éste o de aquel gobierno, indicando a catalanes, vascos, gallegos o andaluces, el camino adecuado para defender sus reivindicaciones, mientras en sus respectivos territorios, la corrupción, el paro y la crisis no sean capaces de sentarlos a todos, entorno a una solución.

La situación actual, por su complejidad, es insoportable. ¿Se ha parado alguien a estudiar, autonomía por autonomía, su nivel de autogobierno? Háganlo. Todas las comunidades autónomas y muy especialmente Cataluña, Euskadi y Galicia tienen tales niveles de autogestión que para sí quisieran muchos de los estados federados existentes en el mundo. Por tanto, sin tener nada en contra de los federalismos, conviene, mientras se resuelven las pandemias actuales, ir adecuando las posibilidades del Estado  Autonómico a las exigencias reales de sus habitantes. No hay que cambiar ley alguna para hacerlo. Simplemente tener voluntad. Hay que reducir las estructuras del estado autonómico; sus parlamentos, empezando por adecuar el número de sus miembros, entre otras muchas cosas. Este martes, el gallego inició tal debate. Las opciones son pocas y los argumentos en contra de la reducción propuesta por el PP, escasos. Pero mientras eso sucede a nivel de políticos, a nivel de calle aumentan  la indignación, los parados, los hambrientos, la miseria y se deterioran los servicios públicos más elementales. Y no se hace nada. ¿Piensa alguien que con estos políticos y en este momento, se puede cambiar la Constitución o cosa alguna? Se necesita a alguien que también señale la salida.

Comentarios