Similitudes entre argumentos y actitudes de Torra y de Franco

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Manifestación constitucionalista en Barcelona. / RR SS
La afición por los referéndum porque el voto no es delito y legitima, y la justificación en comportamientos del poder existente, muestra algunas semejanzas entre decisiones de Torra y de Franco.
Similitudes entre argumentos y actitudes de Torra y de Franco

El general Franco se había sumado al golpe de Estado organizado por los generales Sanjurjo y Mola que degeneró en una cruenta Guerra Civil que acabaría liderando Franco por la muerte accidental de los otros dos generales y por ser elegido para el mando unificado de todos los grupos que apoyaban el golpe. Más adelante, ya terminada la guerra, convocó un referéndum del que saldría elegido jefe de Estado, cargo que ejercería hasta su muerte.

Torra está siguiendo un camino semejante. Fueron otros quienes organizaron el golpe de Estado, concretamente Puigdemont y Oriol Junqueras, que ahora están fuera de circulación ejerciendo Torra el poder del mando unificado al rechazar toda legalidad  para decidir públicamente seguir "el mandato" del referéndum del 1 de octubre que supuestamente justifica el comportamiento del secesionismo, algo muy parecido a los argumentos del llamado Alzamiento Nacional. La gran diferencia es que Franco cometió el error de establecer un régimen vía referéndum que ganó por una mayoría que sobrepasaba todas las expectativas, incluso los datos que había preparado por si perdía, mientras Torra se apoya en una consulta con menos garantías que aquel otro. Ni Franco se habría atrevido a llevar las urnas llenas de papeletas. Aún así el President de la Generalitat sabe que no llegó a votar ni el mínimo exigido por el Comité de Venecia para que una consulta pueda llamarse así, el 50% del censo que no se alcanzó pese a que muchos soberanistas votaron repetidas veces. 

Tanto Torra como Franco pretendían ejercer el poder en base a que votar no es delito sino un derecho, y que el resultado les da legitimidad. Las reglas del juego las ponen ellos ignorando las leyes vigente. Es lamentable que en 80 años hayamos avanzado tan poco. Franco afirmaba que los españoles no encajan bien en una democracia basada en partidos políticos y Torra parece empeñado en darle la razón.

Para rechazar una dictadura solo se necesita ser demócrata. En el caso de la dictadura franquista los españoles decidieron cambiar la seguridad que imperaba en las calles, los empleos, la familia o la vivienda, por la libertad que implicaba el fin de la censura, un punto decisivo porque si alguien es educado en Israel probablemente será judío y si lo es en Arabia será musulmán. Es lo que llamamos adoctrinamiento, lo que han sufrido todos esos jóvenes violentos que hoy piden la independencia en Cataluña. Elegimos poner fin a la censura y elegir el poder legislativo para que hagan las leyes que cumpliremos todos aunque no nos gusten. Se quita el poder a un dictador, sea bueno a malo, para dárselo a la mayoría aunque a veces se equivoque. Los republicanos que había sido arrollados en las urnas por los monárquicos en las elecciones municipales pese a ganar en ciudades importantes, proclamaron en las calles la II República y quedaron legitimados cuando los españoles aceptaron y aprobaron la Constitución republicana. Del mismo modo la Transición consensuada por todos los partidos quedó legitimada cuando los españoles aprobaron la Constitución que nos rige. No hay nada que justificar ni es necesario inventarse una historia falsa para no ser partidarios de la dictadura como los soberanistas no necesitan llamar fascistas a los que se oponen a sus ideas. La mejor definición de fascismo es la de "yo soy el absoluto bien y todo lo demás es el absoluto mal", algo mucho más frecuente entre los independentistas o partidos extremos de derecha o izquierda como el nazismo o el comunismo.

La gran diferencia entre Torra y Franco es que este último era jefe de todos los ejércitos y pudo imponer su voluntad mientras Torra no controla al Ejército que tiene por misión mantener la unidad de España, una de las naciones más antiguas de Europa y del mundo. Y la gran semejanza es que el fascismo desapareció del mundo quedando solo tres países en época de Franco, y que el independentismo está prohibido en las Constituciones de todo el mundo excepto también en tres países.  El fascismo de derecha y de izquierda ya está prácticamente extinguido, ¿está el independentismo en vías de extinción en este mundo globalizado?

Lo que tenemos claro la mayoría de españoles es que estamos esperando que un Gobierno, o un consenso del Congreso, haga valer la ley, la Constitución que hemos votado el pueblo soberano, y que ya nos estamos cansando de esperar cuando habíamos elegido, y volveremos a elegir, una mayoría constitucionalista con más de 2/3 de los escaños. @mundiario

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