¿Deben ser actualizadas las democracias para respetar la soberanía popular?

Democracia. / Estudios de Política Exterior
Democracia. / Estudios de Política Exterior

Democracia, palabra que se ha ido adulterando hasta convertirse en un arma  para ofender y que al igual que fascista se utiliza por quienes desconocen su significado y su historia.

¿Deben ser actualizadas las democracias para respetar la soberanía popular?

Cerca de 50.000 personas desplazadas desde Cataluña a Madrid corean "Autodeterminación no es un delito, democracia es decidir", pero ¿decidir qué? ¿si los echamos a los leones? Evidentemente, no, porque solo se pueden decidir acciones legales. Ese eslogan, que parece sencillo, equivale a afirmar que todos los países europeos constitucionales (todos menos Gran Bretaña) cometen un delito por no permitir la autodeterminación, lo que implica que no son democracias, como tampoco lo son los otros países del mundo o la propia ONU.

Podríamos pensar que para la Cataluña independentista solo hay una democracia en Europa, Gran Bretaña, claro que siguiendo la moda que se quiere imponer desde Podemos o ERC tampoco sería un democracia, porque excluyen la monarquía, que es el sistema que tiene establecido, como también Holanda, Suecia, Noruega, Dinamarca, España o incluso Canadá y Australia, que tampoco serían democracias. Lo que no dejan muy claro es si las repúblicas, como la que se inventó Puigdemont, o China o Cuba o Irán o la Venezuela de Maduro lo son. Quizás la razón esté más con Arturo Pérez-Reverte o Felipe González que afirman ser republicanos pero no logran  imaginar una España republicana con un presidente político, como tampoco lo imaginan Ciudadanos o el PP y ni siquiera el PSOE.

Democracia es simplemente la palabra que significa que el poder lo tiene el pueblo soberano. El cómo se ejerce deriva para grupos grandes o distantes en la democracia representativa, algo que se lleva a la práctica con diferentes modelos electorales. En sus orígenes griegos cada hombre era un voto y todos los votos valían lo mismo, claro que solo votaba la aristocracia, los hombres preparados y con conocimiento de lo que se elegía, modelo que no difiere mucho del utilizado por Roma aunque aquí se le daba a veces la voz al pueblo. Posteriormente el derecho al voto se fue extendiendo hasta incluir a las mujeres mayores de 35 años y luego a todas las mujeres mayores de edad. Conocido es en España los enfrentamientos entre dos mujeres que entraron en el Parlamento en 1931, la liberal Clara Campoamor que defendía la igualdad de derechos para la mujer, y la radical Victoria Kent que no quería que votase la mujer porque sería un voto conservador, ni de izquierda ni revolucionario, lo que no resultó cierto.

La mayoría de edad fue con Franco, de 21 años para los hombres y de 24 para las mujeres, hasta llegar a la cifra hoy generalizada de 18 años. Esto hace tiempo que no cambia pero los votantes sí lo hacen. No hace mucho a esa edad se estaba trabajando, estaban los hombres haciendo el servicio militar obligatorio como voluntarios, o estaban en la Universidad, en casi todos los casos fuera de casa de sus padres aunque tuviesen que vivir en una pensión de mala muerte. Para hacerlo hoy equivalente  y dar el derecho de voto a personas que no estén viviendo en casa de sus padres y a su cargo y tener alguna información más allá de los titulares de Twitter, habría que subir la edad a 35 años o estar empadronados fuera del domicilio donde mamá le da todo resuelto. Esto resultaría evidentemente raro y discriminatorio pero no es menos extraño que el sistema electoral tome por circunscripción electoral la provincia en unas elecciones generales favoreciendo al nacionalismo, que de otra forma difícilmente tendría la representación que hoy tiene y no sería decisivo para Sánchez, porque no habría podido echar a Rajoy del poder, al menos sin el apoyo de Ciudadanos, que le exigía convocar elecciones inmediatas. 

Conviene señalar que esta es una particularidad muy española porque en otros países a los 18 años la mayor parte de la gente sigue abandonando el hogar materno y se integra en la sociedad. Y también que en España alguna clase política se hace desde la juventud y desconoce el mundo real mientras hay otros países donde a la política se llega desde el mundo laboral, con conocimiento de las dificultades de la vida y con logros en su currículum, incluso los hay, como Suiza por ejemplo, donde la política parlamentaria es a tiempo parcial y tienen otro trabajo, y otros donde hay que justificar un medio de vida, es decir, que pueden vivir sin la política y no entran para vivir de ella sino por vocación de servicio. 

En España la Ley Electoral pide una reforma a gritos porque se generan mayorías que no provienen de los votos ¿es eso democracia? ¿se cumple en Cataluña la voluntad del 53% que no votó independentismo? ¿elegimos realmente a Sánchez? Que tengamos una democracia liberal y que haya demostrado ser el mejor de todos los sistemas ensayados no significa que ya no haya que mejorarlo porque ya no queden enemigos. Lo de la edad de votar o exigir conocimiento de lo que se vota y sus consecuencias, no tiene marcha atrás como tampoco el estado de las autonomías aunque haya mucho arrepentido, pero algo habrá que hacer para que todo sea más representativo, más democrático, y no se ve el consenso necesario.

Que se rebusque en el pacto de Ciudadanos con el PSOE y en el de Ciudadanos con el PP porque coinciden en 100 o 150 puntos y suman los escaños necesarios, ¿porqué no modernizan el País? ¿Porqué Sánchez sólo piensa en sumar el 51% sabiendo que es necesario sumar 2/3 para actualizar la Constitución y cumplir las promesas? ¿Por qué nos engañan?¿Tan ignorantes nos creen? @mundiario

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