El debate: de ser la final de la Champions, a convertirse en un play-off por el descenso

El debate electoral 'a dos'. / @Antena3
El debate electoral 'a dos'. / @Antena3

Partido (debate) bronco sobre un terreno de juego embarrado en el que los contendientes se dedicaron a destruir al contrario con todo tipo de artimañas, ante la pasividad del árbitro.

El debate: de ser la final de la Champions, a convertirse en un play-off por el descenso

El debate entre los líderes de los dos grandes partidos políticos españoles – por lo menos hasta el 20-D – se pareció más a un ajuste de cuentas tabernario que a una confrontación de ideas y programas, todo ello ante la inacción de un moderador al que le vino grande el puesto. Solo faltó un palillero en el centro de la mesa y serrín por el suelo para convertir la cita electoral más esperada en una refriega patibularia.

Realizando un símil futbolístico, el partido -previsto como una final de la Champions- comenzó con el defensor del título contemporizando, dando mucho pasecito en horizontal y sin buscar la portería contraria. Por su parte el aspirante al título salió con ganas de tener el balón, sabiendo que sus opciones de victoria pasaban por tener a su rival acorralado en su área.

Para sorpresa de todos, el árbitro se puso de perfil mientras los rivales se atizaban.

Con el paso de los minutos, ante la desidia de uno y la falta de pegada del otro, el árbitro decidió hacer un inexplicable ejercicio de escapismo, circunstancia que aprovechó el aspirante para enfangar el terreno de juego, endurecer el partido y atacar a su contrincante con los tacos por delante. Esto provocó que su rival se revolviese e intentase responderle con sus mismas armas, aunque quedó demostrado que el cambio del 'tiki-taka' al 'pressing catch' es traumático, si previamente no se ha entrenado.

Cuando el colegiado intentó que el encuentro no se le fuese de las manos ya era tarde, y los contendientes ya habían decidido pasarse el reglamento de juego por la enterpierna, lo que dio lugar a un partido bronco y deslucido para los espectadores, que tuvieron que conformarse con un juego embarullado y con constantes pérdidas de tiempo, con los jugadores fingiendo lesiones y mandando balones a la grada.

En resumen, lo que estaba previsto que fuese una final de Champions League se convirtió en un vulgar partido de play-off para evitar el descenso, en el que lo único que consiguieron ambos equipos fue forzar una prórroga que se disputará el próximo 20 de diciembre. Y lo que se demostró es que la competición, ante la baja calidad de los dos participantes, queda abierta para que se incorporen nuevas formaciones que, esperemos, aporten novedades tácticas que le devuelvan la grandeza. @AleguimaD

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