David Malpass: “Vivimos una época de agitación y los pobres se están quedando atrás”

David Malpass, presidente del Grupo Banco Mundial, visitando un centro de vacunación en Jartum, Sudán. / TW @DavidMalpassWBG
David Malpass, presidente del Grupo Banco Mundial, visitando un centro de vacunación en Jartum, Sudán. / TW @DavidMalpassWBG
El presidente del Grupo Banco Mundial visita, por primera vez en décadas, Sudán, país africano al que ha puesto de ejemplo al mundo.
David Malpass: “Vivimos una época de agitación y los pobres se están quedando atrás”

En una visita que podríamos calificar de histórica, puesto que se trata de la primera visita de un jefe del Banco Mundial a Sudán "en décadas", tal y como lo ha calificado la prensa sudanesa, David Malpass ha roto esa aparentemente gélida relación - Sudán ha estado durante casi tres décadas privado de préstamos del Banco Mundial - una vez que el país ha liquidado sus deudas con el organismo multinacional gracias a un préstamo de Estados Unidos.

“Sudán ha seguido adelante con reformas audaces, volviendo a comprometerse con la comunidad internacional, liquidando los atrasos con el Banco Mundial gracias a la ayuda de un préstamo puente de EE UU y en junio alcanzó el punto de decisión para la iniciativa de los países pobres muy endeudados, o HIPC. Si bien queda mucho trabajo por delante, felicito a las autoridades sudanesas, civiles y militares, por sus esfuerzos y logros en el trabajo conjunto hacia un futuro mejor. Es fundamental evitar deslizamientos políticos porque no hay desarrollo sin paz y estabilidad. También me gustaría reconocer la notable resistencia del pueblo sudanés: su impulso para construir un Sudán mejor a pesar de los desafíos es realmente inspirador”, dijo Malpass en su discurso en la ciudad de Jartum.

El presidente del Grupo Banco Mundial aprovechó la ocasión para hablar de la época de agitación actual en la que la “drástica reducción del progreso económico y social está creando una época de agitación en la economía, la política y las relaciones geopolíticas”, apuntó.

Si bien el diagnóstico es claro: retroceso en el desarrollo, aumento de la pobreza en muchos lugares del mundo, disminución de las tasas de alfabetización, retroceso en materia de igualdad de género, nutrición y salud y una crisis económica azuzada por la crisis sanitaria de la covid19, Malpass habló también de acciones para comenzar a desarrollar soluciones a estos problemas globales:

1. Lograr la estabilidad económica. Malpass señaló que muchos países en desarrollo hicieron esfuerzos extraordinarios para apoyar a su gente y mantener la actividad económica durante la pandemia. "Muchos han ido más allá de lo que podían pagar, especialmente porque la deuda en las economías en desarrollo estaba en niveles récord cuando golpeó la pandemia".

"Cuando la iniciativa de suspensión del servicio de la deuda, o DSSI, expire a fines de este año, los países de bajos ingresos que reanuden los pagos del servicio de la deuda verán reducirse su espacio fiscal para comprar vacunas y financiar otros gastos prioritarios", dijo Malpass. “Es hora de buscar una consolidación fiscal gradual y orientada a las personas y reestructurar la deuda insostenible. La implementación mejorada y acelerada del Marco Común del G20 será fundamental en este frente".

Malpass dijo que los países deben eliminar el gasto público derrochador, hacer que la prestación de servicios sea más eficiente y reasignar los recursos públicos a sus usos más productivos.

Malpass pidió una mayor cooperación mundial, incluida la participación del sector privado, para proporcionar alivio de la deuda a los países más pobres del mundo y financiar inversiones que fomenten el crecimiento. “En Sudán, por ejemplo, la cooperación global que incluyó a los EE UU, Francia y el Reino Unido ayudó al país a liquidar sus atrasos con el Banco Mundial, el FMI y otras IFIs, lo que hizo posible más de 50 mil millones de dólares en alivio de la deuda”

Malpass dijo que los países deben eliminar el gasto público derrochador, hacer que la prestación de servicios sea más eficiente y reasignar los recursos públicos a sus usos más productivos.

2. Aprovechar la revolución digital. Malpass señaló que las soluciones digitales pueden aumentar la competencia en los mercados de productos y permitir que las personas vendan servicios en línea, conectándolos con los mercados nacionales y globales. “Apoyar esta transformación requiere muchas acciones a escala: invertir en infraestructura digital, eliminar los monopolios en el sector de las telecomunicaciones, proporcionar identificaciones nacionales y crear un entorno regulatorio propicio”.

También puso el foco en el sector público: “La revolución digital también puede transformar el sector público. Por ejemplo, permite un replanteamiento radical de los sistemas de redes de seguridad. En todo el mundo, vemos que los programas pasan de la entrega en especie y en efectivo a la entrega digital, directamente a las cuentas bancarias de las personas o visibles en sus teléfonos. Asimismo, tanto en el sector formal como informal, los nuevos sistemas de pago permiten realizar compras diarias a través de teléfonos, utilizando códigos QR y otras tecnologías. Kenia y muchos otros países africanos tienen una amplia experiencia en esto ”

3. Hacer que el desarrollo sea más ecológico y sostenible. Malpass señaló que la comunidad internacional está firmemente comprometida con frenar el aumento del carbono atmosférico y reducir los impactos climáticos en los más vulnerables. “Un paso clave es detener la creación de nuevas plantas de carbón, desmantelar las existentes y sustituirlas por fuentes de electricidad más limpias. Debemos apoyar a los países en una transición "justa", que incluye el cuidado de los trabajadores afectados", señaló.

“Este es también el momento de revitalizar las reformas del sector energético, a menudo estancadas. Los subsidios a la energía son costosos y distorsionan, mientras que su eliminación debe hacerse de manera que resuelva las ineficiencias subyacentes y aumente el acceso. El objetivo de una energía limpia y asequible requiere competencia en la generación y distribución de electricidad, así como un regulador verdaderamente independiente... El transporte es otra fuente importante de emisiones. Con una mayor urbanización prevista en los países en desarrollo, la infraestructura y el diseño de las ciudades pueden marcar una enorme diferencia. En lugar de metrópolis en expansión donde los viajeros pasan horas en la carretera, los gobiernos pueden apuntar a ciudades más compactas con sistemas de transporte público eficientes y limpios”.

Un paso clave es detener la creación de nuevas plantas de carbón, desmantelar las existentes y sustituirlas por fuentes de electricidad más limpias. Es también el momento de revitalizar las reformas del sector energético, a menudo estancadas.

4. Invertir en las personas. Malpass destacó la importancia de invertir en la salud y la educación a largo plazo de las personas. Lo que llamó “la agenda del capital humano”.

“El fortalecimiento de los sistemas de educación y salud requiere algo más que proporcionar recursos presupuestarios de manera eficiente y priorizada. Por ejemplo, es importante alinear los incentivos para los maestros y los proveedores de atención médica, públicos o privados, con las necesidades de las personas a las que sirven. Y encontrar soluciones escalables para mejorar la atención médica y mejorar la calidad de la educación, incluso a través del aprendizaje a distancia, también es fundamental", indicó.

“En ningún lugar es más importante la acumulación de capital humano que en los países afectados por conflictos, donde vive la mayoría de las personas pobres en la actualidad. Ayudar a los refugiados y las comunidades de acogida es una prioridad clave. La seguridad es esencial, pero los soldados no pueden ganar la batalla del desarrollo. Es más probable que el cambio provenga de pequeñas victorias obtenidas en millones de hogares a lo largo del tiempo ".

Ayudar a los refugiados y las comunidades de acogida es una prioridad clave. La seguridad es esencial, pero los soldados no pueden ganar la batalla del desarrollo.

El presidente del Grupo Banco Mundial quiso recordar que para tener éxito se requiere la participación activa de los sectores público y privado en todos los países, sociedades civiles y fundaciones, de hecho, toda la comunidad internacional trabajando en conjunto.

¿Habrán escuchado los países desarrollados, como España, la receta? @opinionadas en @mundiario

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