La cúpula judicial española se sume en el pozo del desprestigio internacional
La justicia tiene el grave problema de su falta de medios materiales y personales, ya que sólo ejercen la mitad de la media de jueces de la UE. Pero en los niveles intermedios no existe problema de parcialidad, el cual es gravísimo en el Supremo y la Audiencia Nacional y aún en los Tribunales Constitucional y de Cuentas.
La justicia española tiene el grave problema de su falta de medios materiales y personales, ya que sólo ejercen la mitad de la media de jueces de la Unión Europea. Pero en los niveles intermedios no existe problema de parcialidad, el cual es gravísimo en el Tribunal Supremo y la Audiencia Nacional y aún en los Tribunales Constitucional y de Cuentas.
La reciente decisión de la Sala de lo Contencioso-administrativo del Tribunal Supremo (TS Ca) acordando por 15 magistrados contra 13 volver a la jurisprudencia anterior a su sentencia de 16 de octubre y, por tanto, atribuyéndole el pago del Impuesto sobre las hipotecas a los consumidores, constituye uno de los hechos más graves de la historia de la democracia ma non troppo española. Porque no solo mostró la falta de neutralidad de su Presidente, Díez- Picazo, y de su mayoría a las continuas presiones de la Banca (incluso públicas a lo largo de los dos días enteros de deliberación). No. Lo peor es que asumieron que no les importaba que la ciudadanía pensara de ellos que eran parciales. Y eso es un golpe letal al Estado de Derecho.