Cuestiones de ética elevan las tensiones en el recién estrenado gobierno de Macron

Emmanuel Macron. / RRSS
Emmanuel Macron. / RRSS

La denuncia de uso ilegal de fondos del Parlamento Europeo provoca un choque entre el primer ministro francés y el ministro de Justicia.

Cuestiones de ética elevan las tensiones en el recién estrenado gobierno de Macron

Justo el día en que presentó su proyecto de ley para "restaurar la confianza" en el sistema político en la reunión semanal del gabinete francés, el ministro de Justicia François Bayrou enfrentó nuevas acusaciones de que él y sus aliados canalizaban fondos del Parlamento Europeo para ayudar a financiar su partido político.

Como si eso no fuera suficiente, la desafiante respuesta de Bayrou al primer ministro Édouard Philippe, que le había instado a no llamar a los periodistas para protestar por su cobertura del escándalo, podría desencadenar la primera crisis política de la era del presidente Emmanuel Macron.

El caso Bayrou presenta dos problemas delicados para el nuevo presidente. En primer lugar, su campaña para limpiar el sistema ha sido manchada por las acusaciones de que algunos de sus propios ministros pueden haber ensuciado sus manos en los viejos juegos de la política francesa. Y en segundo lugar, la actitud de Bayrou hacia su jefe formal, Philippe, plantea preguntas sobre su capacidad para "ser un jugador de equipo".

El fiscal de París abrió la semana pasada una investigación preliminar para tratar de determinar si el partido centrista de Bayrou, creado en 2007, utilizó ilegalmente el trabajo realizado por ayudantes de sus eurodiputados en Bruselas para beneficiar las operaciones del partido en París.

Incluso si Macron logra resolver el problema de la autoridad de su primer ministro, todavía se enfrentará a la delicada cuestión de tener bastantes de sus propios ministros sujetos a las investigaciones preliminares de los fiscales.

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