¿Cuál es el gran problema de la nueva presidencia de los Estados Unidos?

Joe Biden. / RR SS
Joe Biden. / RR SS

El presidente saliente no dejó de entorpecer la transición hasta el último momento, incluso para complicar la agenda multilateralista del presidente electo, Joe Biden.

¿Cuál es el gran problema de la nueva presidencia de los Estados Unidos?

Un ataque sin precedentes a la soberanía popular de los Estados Unidos de América (un país que siempre ha defendido la democracia en buena parte del orbe) llevada a cabo por grupos violentos, supremacistas blancos, anglos, con la intención de no permitir el nombramiento, asaltando las dos cámaras en busca de congresistas y senadores, irrumpiendo en despachos, rompiendo diversos elementos y llevándose algunas cosas, y lo peor, causando cinco muertes. ¿Qué está pasando en los EE UU? ¿Por qué ha ocurrido un hecho así? Analicemos los hechos en tres puntos a hora que se va Donald Trump:

1º- La desigualdad social. Desigualdad social y económica entre los ciudadanos de EEUU, un país que figura en diversas clasificaciones  entre los primeros más desiguales del mundo. Hasta después de la II Guerra mundial la sociedad norteamericana gozaba de un nivel alto de igualdad. A partir de aquí ha ido cada año aumentando la desigualdad entre clases, una diferencia entre la clase social alta y el resto que se ha hecho ostensible en la actualidad.

2º- El racismo y el poso de la esclavitud en el sur. Norteamérica todavía no ha logrado enterrar adecuadamente algunas de las consecuencias de su guerra civil: el fin de la esclavitud en el sur, o la igualdad entre razas de distinto color. El racismo está todavía presente en buena parte de la sociedad, como cierto espíritu esclavista en el sur. El supremacismo blanco, sobre todo anglo, está totalmente en contra de las personas de color, de los judíos, hispanos nativos americanos y demás razas distintas.

3º- La llegada a la Casa Blanca de un presidente populista. A Donald Trump le han votado los supremacistas blancos, los fanáticos nacionalistas, los pertenecientes a los numerosos grupos de conspiración, los defensores de las armas los que no respetan la democracia si no la suya, los que creen las mentiras y no las verdades, los anti emigrantes y defensores del muro,  los negacionistas del cambio climático entre otros.

¿Cuál es el verdadero problema de esta nueva presidencia? La división que existe en el país. El presidente saliente ha sabido conectar muy bien con el descontento de las clases populares. Muchos ciudadanos como les decía Trump se sentían engañados por los políticos de Washington. Veían que mujeres y pertenecientes a otras razas como negros, hispanos o judíos alcanzaban el éxito que ellos blancos anglos no lograban. Trump les dice que va a luchar por ellos y con un arsenal de demagogia, bravuconadas y mentiras logra que muchos votantes le crean y le voten 74 millones, aunque el presidente Biden ha conseguido la cifra más alta de la historia: 81 millones de votos populares. Ese es el verdadero problema: la gran mayoría de los estados del centro y sur han votado por unas promesas de “Hacer a América más grande”  aunque para ello no hay que tener escrúpulos en utilizar “cantos de sirena”: mentiras, engaños o falsedades.

Parece claro: ante la desigualdad existente en Norteamérica muchos se ponen al lado del que les ofrece imponerse a los que cree culpables: los de otras razas distintas a los supremacistas, emigrantes, políticos etc. Ahora la presidencia debe poner los medios necesarios para reducir la desigualdad, dar un mayor bienestar a las clases más deprimidas, en definitiva: conseguir unir a un país profundamente dividido. El mensaje elegido por el presidente Joe Biden es “América Unida”. @mundiario

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