La crisis social en Bolivia se agudiza con protestas que exigen la renuncia de Morales

Protestas en Bolivia
Protestas en Bolivia se agudizan con el pedido de renuncia a Morales.
La tensión llega a su punto crítico en el país andino. En la víspera, el Ejecutivo pidió el cese de las movilizaciones. Sin embargo, la oposición ha rechazado dicha posibilidad más aún cuando la OEA ha comenzado a auditar los resultados del último 20 de octubre. 
La crisis social en Bolivia se agudiza con protestas que exigen la renuncia de Morales

La crisis social en Bolivia ha llegado a un punto crítico tal como ocurre en su vecino Chile. Diversos comités cívicos han salido a marchar este jueves por diferentes ciudades del país andino para exigir la renuncia del presidente Evo Morales, quien había pedido el cese de las movilizaciones, cuyo origen explotó tras los últimos resultados de las elecciones generales del pasado 20 de octubre. 

En La Paz, Cochabamba, Tarija y Potosí se realizaron cabildos contra la propuesta de Morales, a quien responsabilizan también de la muerte de dos manifestantes en el poblado de Montero, cercano a Santa Cruz, bastión de la oposición. En la capital de Bolivia, por ejemplo, la concentración se realiza en Cervecería Boliviana Nacional (CBN).

En la víspera, el presidente Morales había exhortado a a los sectores de la población que impulsaron una huelga por tiempo indeterminado para que se anulen los comicios del pasado 20 de octubre que levanten la medida de fuerza y esperen al resultado de la auditoría que inició la OEA. 

"Puedo equivocarme, somos seres humanos y nos equivocamos, pero pensar que Evo ha montado un fraude, no entiendo. Como empieza la auditoría de la OEA pido a quienes están en paro levantar y dar un cuarto intermedio a sus movilizaciones hasta que la OEA y los delegados de tres países emitan su informe correspondiente”, dijo el mandatario. 

Morales agregó que las manifestaciones deben cesar ya que la OEA entregará su informe sobre si hubo fraude o no en las elecciones generales del pasado 20 de octubre. La sombra de irregularidades aumentó debido a que el mismo día de la jornada electoral, el Tribunal Supremo Electoral (TSE) que marcaba, cerca al 88% de contabilización de votos, una diferencia de seis puntos frente a su rival Carlos Mesa, paró el proceso. Al día siguiente, la brecha entre Morales y Mesa se estiró a diez puntos. 

Como sea, la petición del presidente boliviano no encontró una respuesta positiva en la oposición. Luis Fernando Camacho, líder de la organización que impulsó el paro indefinido, dijo que no acatará la orden de Morales. “Vamos a rechazar que hay un gobierno que, además de mandar a matar a nuestra gente, está echando la culpa a nosotros, los bolivianos. Si bien queremos un gobierno democrático a través de un proceso, ahora exigimos la renuncia del presidente Morales lo antes posible", ha dicho. 

Conforme pasan los días, la figura política de Morales se debilita debido a que, desde el 2016, tenía ese intento de perpetuarse en el poder como lo hace el líder chavista Nicolás Maduro, aliado importante en la región, en Venezuela. La auditoria de la OEA será clave para determinar si esta crisis puede ser el inicio del convulsionado cuarto mandato que le espera al presidente boliviano. @mundiario  

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