La crisis en Chile sigue, pero la presión internacional se voltea a Bolivia

Protestas en Chile y Bolivia. / RTVE
Protestas en Chile y Bolivia. / RTVE

Washington, la OEA, la ONU y la UE cuestionan los resultados electorales en Bolivia, pero en Chile su respuesta ha sido más tibia o nula. Este es un recuento del caos desatado durante la ultima semana en Sudamérica.

La crisis en Chile sigue, pero la presión internacional se voltea a Bolivia

Hace una semana estallaron dos crisis en Latinoamérica casi simultáneas en Chile, por alza en el pasaje del metro y en Bolivia, tras los resultados electorales. Sin embargo, el que acapara la atención mundial es el segundo. La comunidad internacional pide una segunda vuelta ante la relección del mandatario, Evo Morales. Pero las protestas en país vecino, al mando de Sebastián Piñera, están lejos de desaparecer.

La Organización de Estados Americanos (OEA), la Organización de las Naciones Unidas (ONU), los Estados Unidos y la Unión Europea han enfocado su atención en Bolivia luego de que la noche del jueves se confirmara la victoria del presidente, Evo Morales, con el 47,07% de votos. La raíz del conflicto es un cuestionado conteo de votos desde la noche del domingo, el cual encendió las alarmas en la oposición, los ciudadanos y ahora está en la mira de los organismos más influyentes en el mundo.

En concreto, la presión internacional se centra en pedir una segunda vuelta y una auditoría, en el caso de la ONU, para apaciguar la oleada de protestas que se desató en distintos puntos del país. Morales es acusado de manipular la Constitución y las instituciones del Estado para favorecer su reelección, a pesar de que un referendo se lo prohibió. Mientras que él se refugia en la idea de un supuesto golpe de Estado al mejor estilo de mandatarios latinoamericanos como Nicolás Maduro y Daniel Ortega.

Hacia el país vecino de Chile las protestas cumplen una semana por inconformidades al alza del precio del sistema del metro y las políticas sociales del mandatario Sebastián Piñera, quien desistió de estas medidas. Hasta la fecha han fallecido 19 personas. El descontento no cesa y el uso de la fuerza policial continúa en las calles de ciudades como Santiago y otras regiones. El Instituto Nacional de Derechos (INDH) de ese país reportó que 2,286 personas fueron detenidas tras los disturbios y 584 personas resultaron heridas.

Entre las pocas voces claras hasta ahora está la de la Alta Comisionada de la ONU, la expresidenta chilena Michelle Bachelet, quien anunció una misión internacional ante las acusaciones hacia el gobierno de violaciones a los Derechos Humanos luego de que decretara toque de queda y militarizara distintas regiones del territorio chileno. Las protestas continuaron este viernes.


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Chile y Bolivia están sumidos en el conflicto, pero la comunidad internacional ha redoblado la presión contra el mandatario Evo Morales, y no tanto hacia el gobierno de Piñera. El expresidente chileno Ricardo Lagos (200-2006) resumió la crisis de su país de esta manera: “ni el tránsito de la dictadura de Pinochet a la Democracia tuvo estos niveles de destrucción”. @mundiario

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