La crisis Ábalos deja ver las grietas que existen en el Gobierno de Sánchez
El presidente de Gobierno echa leña al fuego al no recibir al presidente interino de Venezuela, Juan Guaidó, el mismo al que hace solo un año reconoció junto a otros Gobiernos de la UE.
Coincidencia o no, Juan Guaidó llegó a España justo después de que estallara el escándalo de la crisis Ábalos, como la denominan internamente desde La Moncloa, según algunos medios. La crisis se refiere a la reunión que mantuvo el ministro de Transporte José Luis Ábalos con la vicepresidenta de Nicolás Maduro, Delcy Rodríguez, la misma que tiene prohíbida la entrada a la Unión Europea.
La polémica solo ha crecido gracias a la visita de Juan Guidó, presidente interino de Venezuela y presidente de la Asamblea Nacional, a España. En un gesto polémico y alegando incompatibilidad de agendas, Sánchez finalmente no recibió a Guaidó, y dejó a la ministra de Exteriores, Arancha González Laya, que se encargara del asunto.
Los medios cuestionaron a González Laya al respecto, y esta defendió al presidente e insistió que España reconocía plenamente a Guaidó como presidente interino y presidente de la AN. Pero sus palabras constatan completamente con lo que opina el vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, quien se refirió a Guaidó como "un político muy importante de la oposición" venezolana, y luego añadió que, "la propia oposición le ha quitado el cargo de presidente de la Asamblea Nacional".
La polémica en torno a Ábalos ha escalado debido a las propias contradicciones del ministro. Primero negó el encuentro, luego lo tachó de fortuito y finalmente alegó que sí se encontró con Rodríguez cuando se trasladaba a saludar al ministro de Turismo venezolano, un viejo amigo suyo. El encuentro, según la palabra de Ábalos, se produjo dentro del avión en donde se trasladaba la vicepresidenta junto a otros seis cargos del gobierno chavista, y solo accedió a hacerlo para abvertirle a Rodríguez de que no podía bajar de la aeronave o sería arrestada.
La cuestión obligó a Sánchez a solicitar una reunión rápida con la vicepresidenta primera, Carmen Calvo, y el jefe de Gabinete, Iván Redondo. Finalmente se decidió apoyar la versión final del ministro de Transporte. Esto ocasionó las críticas de los líderes opositores del PP, Vox y de Ciudadanos, quienes piden la dimisión del ministro y planean llevar este asunto al Parlamento y al ámbito europeo. Incluso piden una comisión de investigación en el Congreso. @mundiario