La corrupción en Venezuela incluye 200 millones en sobornos de parte de empresas chinas

Hugo Chávez, expresidente de Venezuela, junto a Hu Jintao, expresidente de China. RR SS.
Hugo Chávez, expresidente de Venezuela, junto a Hu Jintao, expresidente de China. / RR SS.

En el sector petrolero, energético, infraestructura, comunicaciones… la corrupción de funcionarios venezolanos no tiene fin y ahora salta la noticia de que empresas de China han pagado millones en sobornos para poder lograr afianzar contratos importantes en el país sudamericano.

La corrupción en Venezuela incluye 200 millones en sobornos de parte de empresas chinas

Desde hace tiempo se sabe que hay corrupción en Venezuela, pero el tamaño de la misma nos sigue sorprendiendo. En una última instancia, ha saltado la noticia de que empresas chinas han pagado 200 millones de dólares en sobornos para conseguir contratos en el país sudamericano. Varios funcionarios corruptos se valieron de la construcción de infraestructuras energéticas para hacer con comisiones millonarias ilegales. La investigación ha sido llevada a cabo por la Justicia de Andorra, donde han determinado que los 200 millones de dólares, unos 176,5 millones de euros, provienen de cinco empresas de China, y que el mayor benefactor de esto fue el empresario de los seguros venezolano Diego Salazar.

Salazar y sus colaboradores escondieron el dinero en la Banca Privada d'Andorra (BPA), una entidad que finalmente fue cerrada en 2015 por las autoridades del Principado por servir como sede del blanqueo de capitales. El desarrollo del plan comenzó en 2007, cuando ambas naciones firmaron un acuerdo de Fondo de Cooperación Binacional, en el cual China se comprometía a otorgar un préstamo a Venezuela a través del Banco de Desarrollo de China (BDC) y aportaba las dos terceras partes. De esos fondos se hizo cargo el Banco de Desarrollo Económico y Social (Bandes), dicho plan buscaba modernizar Venezuela, el problema fue que nadie realmente veló por ese dinero que terminó en manos de Salazar y más de 10 años después, podemos garantizar que el país sudamericano no recibió ningún aporte del mismo, pues se encuentra en ruinas.

Salazar, un hombre poderoso entre las sombras, no era cualquier empresario pues es primo del mismísimo Rafael Ramírez, que fue ministro de Energía y Petróleo del país sudamericano entre 2004 y 2012 y presidió Petróleos de Venezuela (PDVSA), la mayor empresa pública del país. Con semejante respaldo, el empresario se encargó de contactar con empresas chinas para facilitarles adjudicaciones a cambio de comisiones ilegales. Logró esto gracias al primer secretario de la embajada de Venezuela en Pekín, Luis Enrique Tenorio, quien se encargó de crear una sociedad panameña, Phomphien Corporation, y abrió una cuenta en el BPA, según la jueza Canòlic Mingorance que lleva el caso.

Así comenzó a hacerse más grande el robo de dinero de parte de Salazar, que se encargó de abrir la sociedad, Highland Assets, la cual firmó un acuerdo con la empresa china china Camc Engineering por la que asesoraba para poder obtener contratos millonarios de parte del Ministerio de Petróleo y Energía, específicamente en las empresas públicas de Venezuela, PDVSA y Corpoelec.

La jueza expresa que el documento firmado por las partes, ayudaba a conseguir obras por el valor de 200 millones de dólares, y a cambio Highland Assets recibiría un 10% del volumen neto del negocio de Camc Engineering. Luego de firmar el contrato, la compañía china comenzó a obtener contratos de construcción. El primero de ellos fue una planta eléctrica de Corpoelec. Luego de esto, la cuenta de Salazar en Andorra recibió el pago de 36 millones como “asesoría integral para la ejecución del proyecto de construcción de la planta termoeléctrica El Vigía”.

Las cuentas de Salazar en Andorra se engordaron rápidamente, y los ejecutivos del banco jamás llegaron a preguntarse las razones, en cambio, ayudaron a crear su red de sociedades panameñas nutridas con el dinero robado. El negocio conocido como Gran Volumen, fue repartido entre las empresas que pagaban a Salazar y a su colaborador, Luis Mariano Rodríguez. China Machinery Engineering Corporation (CMEC) pudo hacerse con la construcción de una estación eléctrica de emergencia del Estado Zulia, y recompensó al empresario con unos 55 millones de dólares. Cabe destacar, que ese Estado es uno de los más azotados por la crisis energética del país, siendo afectado por múltiples apagones en todo el día, es decir, la obra nunca se hizo.

Sinohydro Corp. Ltd, otra empresa china, logró un contrato con PDVSA por 315 millones de dólares. Cinco días después, la sociedad panameña de Salazar firmó un contrato con Francisco Jiménez Villaroel, gerente de la oficina de PDVSA en China, para lograr que las empresas asiáticas entraran en el mercado venezolano. Más tarde, la empresa china transfirió unos 50 millones a la cuenta del empresario, que también recibió uno 11 millones de dólares por la fabricación de autobuses Yutong Hongkong Ltd. y otros 17 millones de parte de la petrolera Shandong Kerui Petroleum.

Salazar está siendo procesado por blanqueo de capitales, lástima que no exista una pena mayor para las personas que destruyen un país. En 2015 llegó a alegar que el Gobierno chino estaba implicado pues eran ellos quienes determinaban qué empresas hacían los proyectos y era imposible que no supieran que él se quedaba con una parte. El pasado septiembre fue procesado junto a otras 27 personas acusadas de expoliar 2.000 millones de euros de PDVSA. @mundiario

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