La corrupción se divulga en el momento que conviene a determinados intereses

Manifestación contra la corrupción en España. / Mundiario.
Manifestación contra la corrupción en España.

Administrar en el tiempo la divulgación de la corrupción es otra forma de corrupción;  conocerla y ocultarla porque no beneficia a los intereses propios, también.

La corrupción se divulga en el momento que conviene a determinados intereses

Cada día nos sorprenden nuevos casos de corrupción económica, una más  de las  diversas formas de corrupción.

Aplaudo el alarde que hacen los medios de comunicación para destapar, con pelos y señales, la desvergüenza de determinados personajes, que  en su día denunciaron a diestro y siniestro actuaciones semejantes desde tribunas públicas y privadas y hasta  pregonaron la necesidad de regenerar esta sociedad enferma de ambición. 

Aplaudo el esfuerzo, la constancia y la perspicacia de los llamados periodistas de investigación, que buscan en las alcantarillas de la sociedad las miserias humanas para denunciarlas y para general conocimiento.

Aplaudo el estoicismo de la sociedad española – en el sentido de fortaleza y dominio  sobre la propia sensibilidad-, que se traga la bilis provocada por la rabia y confía en que la Justicia pondrá a cada uno en su sitio, olvidando aquella práctica que en otros tiempos fue tan frecuente de tomarse la justicia por su propia mano. Ejemplo de mesura, paciencia y entereza, que no se valora adecuadamente e, incluso, algunos confunden con indiferencia o apatía.

Pero la corrupción es algo más que llevarse lo que no  es de uno; la corrupción supone utilizar funciones y medios que no son propios, en beneficio de quienes las desempeñan y los gestionan.

Cada vez que surge una noticia sonada sobre corrupción económica, no es por casualidad. Surgen casi siempre en momentos “oportunos”, en ocasiones de interés para alguien. Tengo la sensación de que “alguien” administra la forma de divulgarlas, la intensidad de la campaña, las formas,..., pero, sobre todo, el momento. Aún más, da la impresión de que ese “alguien” tiene embalsada la información y la va administrando en función de sus intereses; y habrá muchas cosas sabidas y no divulgadas porque no ha existido el “interés” o la necesidad de darlas a conocer. Esto es también una manifestación de corrupción.

Algo más; la reiteración de la misma información no afecta por igual a todos los corruptos denunciados; suele existir la tendencia a poner el acento machacón, pertinaz,  en unos más que en otros. Lo que no significa que yo afirme que unos son  más  y otros son menos.

Grave responsabilidad la de quien administra la verdad que ha buscado con ahínco, en beneficio propio o de algún grupo afín. Una vez más: esto también es corrupción.

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