Corren malos tiempos para la prensa libre

Última edición de Apple Daily. / BBC
Última edición del periódico Apple Daily. / BBC
El Apple Daily era una voz crítica contra el poder que informaba de los desmanes del Gobierno, ahora entregado al régimen de Pekín.
Corren malos tiempos para la prensa libre

Hace unos días, el rey de España hizo un alegato a favor del periodismo y la prensa “como herramienta indispensable enmarcada en el pluralismo irrenunciable, la libre expresión de ideas y la protección de los valores democráticos para informar a la sociedad”. Fue el pasado 22 en la entrega de los premios Mariano de Cavia que promueve el rotativo ABC.

Quiso el azar que al día siguiente llegara del lejano oriente la noticia del cierre del diario Apple Daily de Hong Kong, que salió a los kioscos por última vez el jueves, 24. Era la voz fiscalizadora y crítica contra el Gobierno autónomo de la antigua colonia británica transferida a China en 1997, que estaba en el punto de mira de los dirigentes chinos.

Le aplicaron la ley de Seguridad Nacional que castiga con la cárcel delitos que aquel régimen, como todas las dictaduras, llama “subversión contra los poderes del Estado y confabulación con fuerzas extranjeras”. La puntilla fue la detención del director, del consejero delegado y de tres directivos, acusados de colaboración con enemigos exteriores, y la congelación de las cuentas bancarias de la empresa.

Aunque Hong Kong queda lejos, a los amantes de la libertad nos embarga la misma tristeza y duelo que a los ciudadanos de esta gran urbe, sobre todo a los que más apoyaron las manifestaciones contra Pekin en 2019, que pierden el Apple Daily, la voz que informaba de los desmanes del Gobierno, ahora entregado al régimen de Pekín.

Corren malos tiempos para la prensa libre, que debe actuar como contrapeso del poder en todas sus formas. No se conoce en Cuba y retrocede en Venezuela (embargo de El Nacional), en Nicaragua, Turquía, Rusia... Incluso en Hungría y Polonia, países de la UE, y hubo amagos de controlarla en España. Los dirigentes de esos países acallan la prensa antes de que su información descubra sus vergüenzas.

Mientras esto ocurre en el mundo, los españoles no apreciamos en su justa medida que leer cada mañana noticias veraces y análisis diversos es un placer que solo las democracias reservan a sus ciudadanos. Los periódicos son la crónica diaria, literaria y gráfica, que cuenta la historia continuada de nuestra cultura. Sus páginas diseccionan la actualidad local, nacional y mundial, acogen opiniones sobre los asuntos que preocupan a los ciudadanos, informan de sucesos y hasta ofrecen una sección de pasatiempos como recurso para entretener al lector.

“Necesitamos periódicos y profesionales de la información entregados a la búsqueda de la verdad, son el puntal democrático al servicio de la sociedad”. Así entiende el rey a la prensa y eso hacía el Apple Daily. Ojalá vuelva a la calle para contar a los lectores lo que ocurre en su ciudad y en el mundo. @mundiario

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