¿Hay que corregir los vacíos que permiten que blancos usurpen las curules afro?

El sector de las negritudes en Colombia no se siente representado por los congresistas electos, porque ellos no conocen de primera mano la exclusión social y racismo que sufre un afrodescendiente.

El debate sobre las curules de la comunidad afro en el Congreso colombiano está en un punto álgido porque alguien debe tomar posesión de esos dos escaños. Quizás los afectados pueden seguir esperando a que se celebren más audiencias en el Capitolio Nacional para definir su situación. Pero los integrantes de este colectivo no, ellos necesitan que el Estado comience a trabajar “oficialmente” por sus derechos en este período legislativo que arrancó el pasado 20 de julio.

Los representantes elegidos “democráticamente” para sentarse en las curules de las negritudes son María del Socorro Bustamante y Moisés Orozco. Sin embargo, entidades, asociaciones y personas que defienden y trabajan por el sector de las negritudes piensan que ellos no cumplen con el requisito principal para representar a la comunidad afrodescendiente ante el Congreso. Y, ¿cuál es ese requisito? Ser afro.  

Cómo una persona que no sabe qué es ser excluido por tener un color de piel diferente al de la mayoría puede entender el “sufrimiento” de un afrodescendiente, cómo una persona que no ha escuchado insultos racistas puede opinar sobre lo que siente un afro, o cómo  una persona que no conoce lo que es ser excluido socialmente –en el trabajo, en las aulas escolares y en los sitios públicos-  puede saber qué es lo que este colectivo pide a “gritos”.  

Ahora se entiende por qué este gremio prefiere a una persona que ha vivido lo mismo que ellos para que los represente en el Congreso, como apuntó la congresista por el partido Alianza Verde, Angélica Lozano: “hay que corregir los vacíos que permiten que blancos usurpen las curules afro”. En esta línea, el presidente del partido Mira, Carlos Alberto Baena, manifestó que “la meta es buscar cómo incentivar la participación de organizaciones –afro- que tengan una mayor presencia en el territorio […] porque ya es hora de ampliar el número de curules para la circunscripción de afrodescendientes”.

Lo significativo es que esta minoría lucha por preservar su identidad en el Capitolio, consiguiendo que los demás partidos políticos se activen por una misma causa. Sin embargo, “lo importante es que no se ahonde en heridas irreconciliables” como afirmó Baena, sino conseguir que la comunidad afro tenga un lugar en la escena política del país de forma pacífica, porque para conflicto, ya es suficiente con el armado.