El virus que nos mata y arruina podría generar una crisis sin precedentes

Medidas contra el coronavirus. / Europa Press
Medidas contra el coronavirus. / EP

En un mundo global donde todo está relacionado, hay que unirse en grandes mercados como son los EE UU, China y como debería de ser Europa. La idea con que llegó Macrón al poder, aquella Europa grande y fuerte se fue diluyendo.

El virus que nos mata y arruina podría generar una crisis sin precedentes

Dicen que más vale tarde que nunca y es cierto. La situación es tan grave que junto a aquel gabinete de políticos que se constituyó para actuar frente al coronavirus Covid-19, junto con los jefes de las distintas áreas involucradas en la lucha que nos van informando, se organiza ahora un comité de expertos científicos coordinados por Fernando Simón, Director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias del Ministerio de Sanidad. A pesar de que tres de sus miembros negaron la importancia de la epidemia semanas antes del brote y de que algo similar ya lo hizo la UE hace unos días, aunque sin contar con ningún español, parece imprescindible este comité. Con las fábricas produciendo ya mascarillas y trajes para la protección, así como los test comprados, y que llegaran en unos días, la situación empezará a controlarse aunque siempre habremos de agradecer las donaciones altruistas, algunas de las cuales abrieron camino para las compras del Gobierno, el voluntariado y la entrega del personal sanitario y de apoyo, como limpiadores, policías y la ya famosa UME, cuerpos todos que causan envídia en otros países.

La buena noticia viene de China donde no se han producido contagios en los dos últimos días y parece ser que muertes tampoco, solo algunos casos importados. Fueron los primeros en dar la noticia que no provocó medida alguna en Occidente pese a la globalización que tanto trasiego de gente provoca. China tomó medidas de forma inmediata cerrando ciudades o regiones donde la pionera fue Wuhan. En total aislaron a 60 millones de habitantes que comparado con sus 1.300 millones no afecta mucho a su capacidad productiva aunque sí de forma selectiva por ser la región aislada un gran centro empresarial y por eso restará a su crecimiento anual del PIB un 2%. Afortunadamente para todos ya están volviendo a producir y las grandes empresas tecnológicas norteamericanas inician su regreso.

La buena noticia china nos dice que si ellos pudieron es que se puede y también en Europa se terminará esta epidemia antes o después, aunque es muy probable que los científicos acaben encontrando ese medicamento que están probando o encuentren una vacuna que permita recuperar la actividad sin esperar a que toda la población esté ya dada de alta. Lo más complicado de España es que si se cierra Madrid, Barcelona y Bilbao, se cierra la mayor parte de nuestra capacidad industrial, motivo por el cual la lucha se hace con precaución porque si además tenemos en cuenta que somos un país de servicios, un país turístico cuya actividad se ha reducido a cero, inevitablemente se generará paro y crisis. En un mundo global, de economía global donde se mueven grandes multinacionales y todo está relacionado, como se ha comprobado al caer el precio del petroleo a la mitad, hay que unirse en grandes mercados como son los Estados Unidos de América, la China y como debería de ser Europa. La idea con que llegó Macrón al poder, aquella Europa grande y fuerte se fue diluyendo en la preocupación del Brexit y sus consecuencias pero ahora se ve que hay peligros mayores. Si la Unión Europea fuese una nación, o al menos un Estado confederado, aislar Madrid y Milán no hubiese sido un problema para sus 500 millones de habitantes. Habríamos luchado unidos contra el virus y unidos habríamos salido de la crisis que inevitablemente seguirá. Que el coronavirus sirva al menos para constatar que necesitamos una Europa fuerte, y si no puede ser de 28 países que sea de 18, pero que sean los que de verdad quieren leyes y normas europeas comunes y que actuemos todos a una bajo el paraguas de un gran banco central.

En España se oyen promesas de gastos, de muchos gastos, de mucha generosidad, pero la realidad es que el dinero no está, que la vía de impuestos no solucionará el problema porque el país se ha empobrecido. Hasta cualquier fondo de ahorro, planes de pensiones, o acciones valen ahora la mitad, hasta los ricos han visto reducido su patrimonio a la mitad en el mercado, por eso es necesario constituir otro gabinete de forma urgente con expertos económicos, con tecnócratas de mercadotecnia, de la industria, del consumo y de toda actividad para que al margen de la política se tomen las medidas que amortigüen la caída y sienten las bases para una pronta recuperación; pero que haya también un político de talla internacional dedicado en exclusiva a negociar con la UE como llevar a cabo esa recuperación con su ayuda. Esto es tan urgente como lo era y es el gabinete sanitario. Un estado sin virus y sin hambre es el objetivo donde las promesas populistas no valdrán. Eso está bien para El Salvador presidido por un millenial que hace promesas sin hacer primero las cuentas pero no para España, aquí las nacionalizaciones se pagan y la hucha está sin fondo y con la prima de riesgo al alza. Necesitamos a Europa y Europa necesita un gobierno estable con apoyo de una amplia mayoría. En las crisis no hay que ver brotes verdes, hay que ver unión y apoyo, hay que constatar que para nuestros líderes primero es España y los españoles y que la política puede esperar. Lo ha visto Arrimadas, lo está viendo Casado, lo vislumbra Sánchez y hasta parece que lo huele Rufián. No se debe dejar para mañana. En el Gobierno no hay suficientes expertos para salir de lo que se avecina y que nos coge con una Deuda Pública del 100% del PIB mientras que la de 2008 nos cogió con el 37% y nos permitíó gastar más de lo que ingresábamos. Ahora es diferente y si se ven las encuestas se puede comprobar que cada vez menos gente respalda luchas por votos ni contra rivales, queremos a toda la clase política comprendiendo que estamos en una emergencia y les pagamoa para que la solucionen o se vayan. @mundiario

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